Casi el 40% de los electores residentes en la ciudad de Camagüey rechazaron a los candidatos Federico Hernández Hernández y Dixamy Rodríguez Gómez, primer secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba y presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular, respectivamente.
Ambos dirigentes se convirtieron este domingo en los diputados menos votados de toda Cuba, con un 61.52% y 62.02% de aprobación, según datos del Consejo Electoral Nacional (CEN).
Con estos datos, los dos cubanos estuvieron a solo 12 puntos de no resultar electos para la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), algo que pone en duda el apoyo popular de los ciudadanos a sus dirigentes.
Hernández Hernández y Rodríguez Gómez son diputados de la ANPP desde 2018 y ocuparán nuevamente sus puestos parlamentarios durante cinco años, de acuerdo a la ley vigente.
El dirigente del partido en la provincia es licenciado en Ciencias Geográficas y comenzó su carrera política en Niquero, Granma, donde llegó a ser el primer secretario del Comité Municipal. Más tarde fue designado para ese puesto en la ciudad de Bayamo y en abril de 2022 lo ubicaron al frente de la provincia de Camagüey.
Por su parte, Rodríguez Gómez lleva solo unos meses al frente de la Asamblea Municipal, es máster en Ciencias Matemáticas y durante seis años ejerció como delegada de la circunscripción 160, del consejo popular Garrido Caridad, en la ciudad cabecera.
Aunque cuentan con un currículo que avala su compromiso con el partido y el gobierno, ambos diputados fueron los menos votados en estas elecciones, que no estuvieron exentas de críticas por parte de la sociedad civil independiente, que impidió la observación de ciudadanos, reprimió a periodistas independientes o retuvo en sus viviendas a opositores.
Las elecciones parlamentarias del pasado domingo registraron el mayor índice de abstención desde el triunfo de la revolución, en enero de 1959.
Los analistas consideran esto como un voto de castigo de la población, en respuesta a la crisis general que atraviesa el país, con carencias en casi todos los sectores y la necesidad de reformas estructurales que cambien la vida de los cubanos.
Para que un candidato a diputado a la ANPP sea ratificado, solo debe alcanzar el 50% más uno de los votos válidos, algo que resulta extremadamente fácil, ya que para que alguno sea rechazado, deben votar en contra más de la mitad de los electores, que as u vez se enfrentan a una presión electoral desde el oficialismo, que insiste en la importancia de ir a la urnas.
Los datos oficiales revelaron que en total votó el 75.87 % de los electores, pero de las boletas depositadas en las urnas el 9.72 % fueron en blanco o anuladas.
Cuba tiene un padrón electoral de más de ocho millones de ciudadanos en todo el país. Los cubanos residentes en el extranjero no pueden participar en el proceso.
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