La jueza británica Sara Cockerill acaba de propinar un sonoro varapalo a La Habana, al considerar que CRF I Limited adquirió legítimamente una deuda impagada del Banco Nacional de Cuba (BNC), abriendo la puerta a un juicio devastador para la ruinosa economía comunista.
La Habana, como putas en Cuaresma, pretende cantar victoria agarrándose a la parte de la resolución que reconoce su tesis de que el Banco Nacional de Cuba (BNC) no representa al Estado desde 1997; pero la sentencia establece que CRF compró legalmente los derechos de dicha deuda y tiene capacidad para reclamar su pago. A llorar, que se perdió el tete.
Éramos poco y parió Catana porque el mismo tribunal londinense tramita una demanda de ICBC Standard Bank PLC contra el BNC y la República de Cuba, por casi 1.345 millones de dólares estadounidenses, entre principal e intereses acumulados. Háblame de ti, cuéntame tus errores...
Por todo ello, la casta verde oliva y enguayaberada intentó cortar el procedimiento, argumentando que el fondo había sobornado a altos cargos del BNC, y Granma recreó este martes la guayaba oficial, que no es más que un sonoro boomerang.
"La resolución judicial confirma que las irregularidades cometidas por funcionarios del BNC, sujetas a investigación penal primero y a sentencia judicial después, fueron motivos razonables para que el gobierno cubano negara su consentimiento en ceder la deuda a favor de CRF". O sea, la revolución, además de presos políticos, hambres, apagones y soledades, también produce dirigentes corruptos, capaces de venderse a un fondo buitre.
Nada nuevo bajo el sol del tardocastrismo, que repitió la jugada contra el director de Operaciones del BNC, Raúl Eugenio Olivera Lozano (13 años de cárcel), René Lazo Fernández, expresidente del BNC (un año en prisión) y María Teresa Compte, exsecretaria del BNC (cinco años presa), que ya hizo al empresario Conrado Hernández, para darle tafia a Carlos Lage y Felipe Pérez Roque, como parte de la limpieza raulista en el aparato gubernamental y político. Hasta después de matados, somos útiles.
La jueza británica debió entender la naturaleza totalitaria y el desespero de los piratas del Caribe, cuando vio declarar -contra sí mismos- a los condenados, presentados por sus verdugos como testigos. ¿La soga la van a repartir por los CDR o la ponemos nosotros?
La Habana se negó reiteradamente a negociar una solución amistosa con CRF I Limited que -como buen capitalista- prefería un mal acuerdo a un buen pleito, como el que acaba de tener su primer round en Londres; pero el fallo fortalece al acreedor y debilita al endeudado, que no es más que el noble y empobrecido pueblo cubano.
El fallo de Londres no es fruto de una maniobra contra Cuba, sino el resultado de la continua irresponsabilidad del team cretino, que confunde la realidad con un tablero de dominó donde, si no lo dejan meter forros, arma un escándalo e intenta descalificar al contrincante.
La política económica de GAESA, santificada por el partido comunista, es un auténtico desastre para Cuba por egoísta, falta de visión estratégica y voluntarismo absurdo, como las suicidas excusas de mal pagador que afloraron en Londres.
Cada derrota de la dictadura más vieja de Occidente daña a la mayoría de los cubanos que -este martes negro, aniversario de la UJC y la UPC y vísperas de Semana Santa- siguen debiendo otros 74,8 millones de dólares estadounidenses a las 11 mil vírgenes, incluida Santa Lucía, en trance por lo malo que se le está poniendo el ojo a la chiva.
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