El régimen cubano impuso una medida cautelar de "prohibición de salida del país" al escritor Jorge Fernández Era, tras varias horas de detención arbitraria el jueves en La Habana.
En una publicación en Facebook el destacado intelectual relató lo sucedido la víspera tras su detención en el reparto Santos Suárez de la capital de la isla, mientras caminaba con su esposa y un amigo por la calle Zapotes.
Dijo que tras negarse a pagar una multa, los agentes que lo atendieron en la estación policial de Aguilera le informaron que sería castigado con una medida cautelar de "prisión provisional", pero finalmente esta fue cambiada por otra de "prohibición de salida del país" mientras la Fiscalía Municipal no se pronuncie sobre su estatus penal.
Afirmó entre bromas en su post titulado "Circulado" que "de ahora para ahorita he pasado de ser un periodista que —dice la Uneac— «escribo artículos agresivos contra los dirigentes de la Revolución», a un intelectual «regular»".
Asimismo, explicó que desde horas de la mañana "alguien llamó a casa preguntando por un tal Ignacio", ante lo cual él y su esposa sospecharon que la Seguridad del Estado quería saber si estaba en la vivienda.
Esta sospecha estaba fundamentada en que hacía cuatro días de que La Joven Cuba publicó la columna-caricatura más mordaz de esa revista, y el martes Ian Padrón sacó al aire su «Derecho a Réplica» dedicado al escritor.
La detención ocurrió al mediodía y generó una oleada de protestas en redes, donde activistas y artistas cubanos exigieron la liberación de Fernández Era.
Tambien en Matanzas la académica cubana Alina Bárbara Hernández salió con un cartel donde pedía libertad para el intelectual y fue detenida por varias mujeres que se presentaron ante ella como "trabajadoras del Ministerio de Cultura".
"Mientras sucedía lo que aquí narro [su detención], y ante el anuncio etiquetado de Laide [su esposa] de que me habían conducido a prisión, se generó un movimiento masivo que reclamó la puesta en libertad de Era. Su punto más alto y digno fue mi admirada y querida hermana Alina Bárbara Hernández, quien, en la ciudad de Matanzas, se dirigió al Parque de la Libertad a exigir mi inmediata liberación y fue vejada cobardemente por tres agentes del desorden. A ella, y a los miles de personas que se han pronunciado en las redes contra el atropello de que he sido víctima, un abrazo grande", agradeció Fernández Era al final de su publicación en Facebook.
Culminó con el "convencimiento de que ni la prohibición de salida de la Isla, ni la prisión provisional, ni la reclusión domiciliaria, ni la fianza en efectivo, ni la obligación de comparecer, ni la cárcel misma callarán mi grito por esta Cuba de Alina, Hall, Raymar, Laideliz, ellos, ustedes, yo".
A principios de marzo, el escritor y periodista independiente aseguró que seguiría defendiendo su derecho a expresarse libremente en Cuba, aunque la Seguridad del Estado lo reprima por ello.
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