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Rescatistas cubanos recuperaron en la tarde de este sábado el cuerpo sin vida de Lázaro Frank Montero Pita, el último trabajador que permanecía sepultado tras el derrumbe en la chimenea de la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras de Matanzas.
El periodista oficialista José Miguel Solís confirmó el deceso del trabajador de 57 años e informó que con el hallazgo terminan las labores de rescate.
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Poco antes del hallazgo, Solís había dicho que se vivían momentos de tensión entre el equipo de rescate, puesto que se trataba “de mover pocos metros cúbicos de ladrillos y hollín”.
“El silencio acalla lo que fue una ruidosa industria”, describió Solís.
El derrumbe deja un saldo final de dos trabajadores fallecidos. Ya en la tarde del viernes había sido encontrado el cadáver de Alexis Bernardo Labrada Junco, de 47 años, natural de Granma y residente en el municipio de Matanzas.
Los otros dos trabajadores víctimas del accidente, Ángel Dionis Pérez Montoya y Maikel López Navarro, fueron rescatados en las primeras horas tras el siniestro y evolucionan sin peligro para sus vidas.
Pérez Montoya fue sacado de la zona del derrumbe con varias lesiones, trauma craneal simple, luxación de cabeza y radio derecho, que no representan riesgo para su vida. López Navarro llegó al hospital Faustino Pérez con fractura de pelvis.
El accidente ocurrió, en horas de la tarde del viernes, cuando los cuatro trabajadores de la Empresa de Construcción y Montaje Especializado (ECME) que retiraban hollín e incrustaciones de vanadio en el interior de la chimenea de 110 metros de la CTE, quedaron sepultados debido al desprendimiento de una columna “cenicero”.
Las autoridades informaron que desde hacía 17 años no se reportaba un accidente de consecuencias mortales en la CTE Antonio Guiteras, la central generadora más grande de Cuba.
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