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Un profesor de Florida fue despedido por pedir a sus estudiantes que escribieran sus propios obituarios el día en que se realizó en su escuela un simulacro de tirador activo.
Jeffrey Keene, profesor de psicología en la secundaria Dr. Phillips, en Orlando, recibió un aviso del Distrito Escolar del condado de Orange para finalizar su empleo en el centro.
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Keene, de 63 años, aseguró a Fox 35 que cuando le informaron que habría un simulacro, pensó que podría relacionarlo con una lección de psicología.
"Si murieran dentro de 24 horas, ¿qué harían diferente de lo que hicieron ayer? Y eso es para que se deshagan de toda la pelusa y les muestren lo que es importante en el mundo. No fue para decir: 'Tú' vas a morir, y vamos a estresarte'", explicó.
El maestro asegura que usó el juicio adecuado con sus alumnos de 11 y 12 grado, y que sintió que los obituarios les ayudarían a reflexionar sobre sus vidas durante un escenario de tiroteo en la escuela.
"No fue para asustarlos o hacerlos sentir que iban a morir, sino solo para ayudarlos a comprender lo que es importante en sus vidas y cómo quieren seguir adelante con sus vidas y cómo quieren hacer cosas en su camino", señaló a NBC News.
"Si no puedes hablar de verdad con ellos, entonces, ¿qué está pasando en este entorno?", cuestionó, antes de añadir que solo quería que los chicos escribieran una reflexión sobre cómo reaccionarían ante un tiroteo en el campus.
A pesar de su intención, un alumno del primer período se molestó y pidió hablar con un consejero del colegio. Luego, un supervisor fue a observar la clase del segundo período.
"Me quedé atónito. Estaba hablando con los estudiantes sobre el mundo en el que viven. Seguridad con las armas, tiradores activos", subrayó.
Un comunicado del distrito escolar dijo que informó a las familias de la Dr. Phillips que un maestro dio una lección inapropiada sobre violencia escolar. "La administración investigó de inmediato y el empleado en período de prueba fue despedido", precisa el texto.
Keene fue contratado en la secundaria en enero pasado. Como no era miembro del sindicato, no tiene ningún recurso para revertir la decisión del distrito.
"No creo que haya hecho nada incorrecto", dijo Keene, quien anunció que planea apelar su despido.
El docente asegura que no se arrepiente de haber dado su clase, y que lo volvería a hacer, pese a saber las posibles consecuencias.
Ha sido profesor desde 2008, así que espera encontrar otro trabajo de enseñanza y afirma que no cambiará nada.
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