La periodista cubana Julita Osendi fue víctima de un asalto en el popular malecón de La Habana este lunes, según trascendió en sus redes sociales.
De acuerdo con lo declarado en Facebook por la también colaboradora de CiberCuba, en el robo le arrebataron con violencia su celular donde resguardaba su contenido de trabajo e información personal.
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"De pronto, en medio de nuestro estupor, [el ladrón] me arrebató mi móvil, mi herramienta de trabajo, que contenía ocho mil fotos familiares y cinco mil contactos amén de las fotos de los deportistas y entrenadores que entrevisto a diario. Sady corrió y pidió ayuda y los tres hombres que estaban en la acera de enfrente pusieron sus manos en posición de 'yo no fui' y el veloz corredor cual campeón olímpico del hectómetro, desapareció", contó la comunicadora en esa red social.
Julita Osendi había salido de la Embajada de España cuando ocurrió el asalto, y el malhechor era un sujeto bien vestido, como un dandy, "enguatada rosada, bermudas claras, tenis, gorra y buenas gafas", que estaba sentado contemplando el mar.
Su esfuerzo y el de su acompañante por cuidar las mochilas mientras estaban en el malecón resultó en el robo a la fuerza del celular, de manera tan violenta que debería estar siendo atendida en un hospital, según expuso.
La vigilancia de sus pertenencias de nada sirvieron ante "este tipo de delincuentes [que] son graduados universitarios en hurto, despojo, robo con fuerza".
Aunque la periodista llamó de inmediato a la policía y le dijeron que "ya salía la técnica", dos horas después, tras repetir la llamada, se fue de la zona del robo, pensando que las autoridades harían algo.
Sin embargo, luego de consultar con otros agentes que de casualidad pasaron por el lugar, no habían recibido ningún aviso de la jefatura.
"No se puede salir, menos una mujer de la tercera edad; no existe un solo policía que pueda apoyar en una situación así", concluyó Osendi, quien lamentó la información perdida en su teléfono y criticó la desidia de la policía ante un caso que requiere inmediatez en su actuación.
Su publicación se hizo acompañar de fotos de la zona donde ocurrió el asalto, llena de derrumbes y basureros.
La acompañante, Sady Castellón, opinó que se trataba de una "violencia inescrupulosa" el hurto del que fue objeto su allegada y pidió que se comunicaran con Osendi a través de su teléfono.
Osendi, que no ha dejado de denunciar la desidia del gobierno cubano para resolver las necesidades de la población, ahora exhibe la delincuencia en una zona habanera, en un contexto donde se ha hecho ostensible el incremento de la violencia.
Atracos con armas blancas, asaltos de casas, evidencian el alto grado de inseguridad que en muchas zonas de Cuba se experimenta actualmente.
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