El chofer Pablo Miguel Hechavarría Suárez atrapó a uno de los hombres que intentó robarle de manera violenta su carro en Guanabacoa, La Habana, pero la policía terminó acusándolo de agresión.
"Defendí mi vida y mi propiedad. Aún así me impusieron una fianza de mil pesos", explicó el joven a CiberCuba, poco después de salir de la estación de policía.
Hechavarría Suárez contó que el jueves dos amigos se interesaron en comprarle cigarros a un hombre que supuestamente tenía ese producto a través de una mipyme. Tras ponerse todos de acuerdo, quedaron en encontrarse en el semáforo del Miquito, de Guanabacoa.
Al llegar, dos hombres los esperaban y le dijeron a Hechavarría Suárez que manejara hasta una zona cercana al paradero de Guanabacoa, donde estaba la mercancía.
"Allí nos esperaban tres hombres más. Uno de los que iba en el carro se me tiró al cuello y el otro sacó una cuchilla. Lo que hice fue acelerar y tirar el vehículo hacia unas matas de marabú y una loma de escombros. Cuando se detuvo el vehículo, comenzamos a defendernos de los asaltantes", contó el joven.
Los ladrones escaparon del carro al ver que su plan no se cumplía, pero Hechavarría Suárez y sus amigos los persiguieron hasta una cerca, donde pudieron capturar a uno.
"Cuando comenzamos a golpearlo me dijo que no le hiciera daño, que estaba operado de cáncer. Lo inmovilicé con su propio cinto, pero el que logró escapar regresó con los otros tres. Llamamos a la policía, pero no llegaban, así que decidimos engañarlos y les hicimos creer que había un patrullero en el lugar", acotó.
El hombre que detuvieron se llama Yoandry Bárbaro Barcárcel Escarra, de 31 años, natural de Guanabacoa, aseguró el joven cubano.
Algunos vecinos, alarmados por los gritos, se acercaron al lugar y los ladrones se alejaron. Los residentes ayudaron a sacar el carro de donde estaba.
"Salí a la calzada de Guanabacoa y en ese momento llegó la policía. Se llevaron al sospechoso para el policlínico, porque estaba herido, y a nosotros nos tomaron declaración de lo que sucedió. A pesar de que fuimos las víctimas de un asalto, terminamos siendo acusados y pagando una fianza, como si fuéramos delincuentes", explicó Hechavarría Suárez.
Asimismo, se mostró inconforme con las leyes que permiten a las autoridades cubanas de acusarlo por cometer un supuesto delito de agresión, cuando lo único que hizo fue protegerse de unos asaltantes, que pudieron matarlo.
En una publicación de Facebook, Hechavarría Suárez aseguró que los ladrones viven en el reparto La Hata, de Guanabacoa, y que no es la primera vez que hacen algo como esto.
"Espero que los atrapen pronto", finalizó.
Aunque no hay registros oficiales públicos sobre la cantidad de delitos que ocurren en Cuba, cada vez es más frecuente ver publicaciones en redes sociales de personas que son asaltadas, robadas o violentadas, para quitarle sus pertenencias.
El índice de criminalidad de Cuba está asociado a la precariedad que viven los ciudadanos, empobrecidos por políticas económicas gubernamentales, como la Tarea Ordenamiento o la creación de tiendas en monedas en moneda libremente convertible, aseguran expertos.
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