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Por muy bien que están luciendo hombres como Randy Arozarena, Yandy Díaz o Adolis García, el pelotero cubano del momento es Yennier Cano, que el domingo llegó a 11 entradas sin soportar indiscutibles ni regalar boletos.
Sus Orioles jugaban contra los Tigres y a él le tocó entrar con el rancho en llamas, ganando por la mínima y con dos adversarios en las bases. Aquel out podía valer el juego, y Cano lo sacó ponchando sin misericordia a Jake Rogers, quien poco antes le había pegado jonrón de dos carreras al abridor Kyle Bradish.
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Después, en el noveno, hizo lo ya habitual: esto es, lo cerró de one-two-three combinando par de rodados y otro ponche.
Así, el avileño de 29 años logró su segundo salvamento de la temporada y llegó a 32 bateadores enfrentados sin hacerle la cruz en la casilla de la “H”. Es más: solo un rival se le ha podido embasar en todo el curso, y fue por pelotazo.
“Ni siquiera puedo describirlo”, confesó el manager Brandon Hyde en declaraciones citadas por MLB.com. “¿Alguien ha visto eso alguna vez? No, así que es indescriptible. Está allá arriba con mucha confianza, lanzando una pelota que se mueve dos pies hacia abajo a 95 mph, y con un buen cambio también. Ha sido enorme para nosotros”.
Los elogios le llueven incluso desde el bando oponente. El mentor de los Tigres, A.J. Hinch, no tuvo reparos para admitir que “estos últimos diez días, lamentablemente lo hemos visto demasiado, porque lanza cuando ellos están adelante. Parece difícil de batear, especialmente para los diestros, y puede defenderse de los zurdos”.
De manera que Cano se ha encontrado con su mejor versión en el béisbol de la super élite mundial. Le fue horrible en la campaña de debut (efectividad de 11.50 con 16 boletos en 18 entradas), pero eso va a quedando atrás para dejar espacio a la sensación del triunfo.
“Todo el mundo me dice que mi velocidad es buena, así que el problema no era ese. Era solo cuestión de encontrar la zona de strike y hallar el modo de superarla”.
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