Kendall Jenner no posó en la Met Gala celebrada ayer en el Museo Metropolitano de Arte junto a su nueva pareja el conocido reguetonero, compositor y productor puertorriqueño Bad Bunny quien llegaba poco después a la cita. En cambio, sí asistieron juntos a una de las fiestas celebrada tras la gala.
La que sin dudas es la pareja sorpresa del año genera grandes expectativas por las pocas pistas que han brindado en sus más recientes apariciones juntos. La modelo y el cantante han sido muy discretos en sus encuentros y ninguno de los dos se ha pronunciado sobre su nueva relación.
La socialité, que pudo verse posando junto a sus hermanas Kim Kardashian, y Kylie Jenner además de junto a Gigi Hadid , eligió para el evento de moda más importante del año un impactante estilismo. Lo componían un body de lentejuelas negras con mangas de capa coronado con el icónico cuello blanco, sello del modisto alemán Karl Lagerfeld fallecido en el 2019, a quien la gala rindió homenaje en esta edición. Para rematar la propuesta firmada por Marc Jacobs, Jenner, que tiene una altura de 1.79, se subió en unas botas de infarto que hacían sus piernas infinitas. Tanto el cuello como las botas están adornados con cristales de Swarovski.
Bad Bunny no se quedó atrás y defendió un arriesgado traje blanco con apertura en la espalda y cola floral de ocho metros. El cantante ha sido esta vez la inspiración de Simon Porte Jacquemus, diseñador de moda francés con quien ha posado en la alfombra roja.
Para la fiesta posterior a la cita la modelo se cambió y se enfundó en un diseño vintage de Chanel que le quedaba como un guante y que dejaba al descubierto su impresionante y sexy figura. Se trata de un maillot brillante completamente transparente con la ropa interior superpuesta que acompañó con unos tacones de aguja. Al mismo tiempo, estaba rematado con perlas y una gran cremallera que ajustaba más su figura. Un estilismo imposible a medio camino entre una prenda deportiva y una lencera que la maniquí ha sabido defender muy bien.
Jenner salió del hotel de camino a la fiesta posterior con el reguetonero. En las imágenes se les ve juntos, relajados y sonrientes. Bunny lleva en la mano una botella de champán.
La pareja da así un paso más confirmando su relación que salió a la luz después de que ambos fuesen vistos besándose en Los Ángeles a principios de marzo. Posteriormente, fueron captados en una cita montando a caballo y en Coachella, donde el artista fue uno de los invitados.
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