Una mujer cubierta con un vestido hecho de hojas de tabaco, unas trabajadoras con una bandeja rodante con un cake, unos dulces y unos refrescos, otras adultas vestidas de “pioneras”, un trío de personas vestidas de novio, o un ataúd diminuto portado por dos obreras con esquelas para Trump y Biden...
Son algunas de las rocambolescas imágenes vistas en los actos por el Primero de Mayo que tuvieron lugar este viernes en las principales ciudades del país, marcados por una baja participación y un grado cada vez mayor de ridículo y vacuidad, propios de la propaganda y el kitsch revolucionario.
En Villa Clara, la empresa de Acopio y Beneficio de Tabaco “La Estrella” movilizó a sus trabajadores con, banderas, globos y carteles con las típicas consignas revolucionarias. Pero, respondiendo al llamado de “resistencia creativa”, los tabacaleros villaclareños decidieron incluir a una trabajadora de la empresa vestida con hojas de tabaco verde y una peluca de hojas secas.
En Pinar del Río, el periódico oficialista Guerrillero compartió en sus redes sociales la imagen de unas trabajadoras desfilando con un carrito con un cake, galletas, barquillos de helado, recipientes y unas latas de refresco, simbolizando la producción de alimentos que aparecen para los desfiles del régimen, mientras la escasez de estos se agudiza en el país.
En esa misma provincia, la palma se la llevó la imagen de un novio y dos novias, vestidos como para ir al altar (¿de la patria, del palacio de los matrimonios?), en una curiosa estampa patriótica-poliamorosa que provocó el consabido jaraneo en los comentarios.
Entre la pajarita roja del novio y el cake de la pastelería de Cimex "Doñaneli", con un letrero de merengue que rezaba "a la patria, manos y corazón", el desfile pinareño clasificó como uno de los más excéntricos de la "masa obrera" cubana.
Una representación de médicos que desfilaron por el malecón habanero se dejó los sesos en el empeño de crear una pancarta original con un mensaje inspirador. Para ello, decidieron hacer una gran receta médica firmada por el Dr. Díaz-Canel, prescribiendo al pueblo de Cuba el medicamento “Vamos con Todo”.
Si hay algo que siempre cotiza bien en el parqué de la propaganda del régimen cubano es la "reafirmación revolucionaria". No importa que la evidencia demuestre que algo no funciona; si ese "algo" está animado por la "espíritu revolucionario", el dirigente cubano correrá a reafirmarlo como dogma sagrado, aunque la parroquia se parta de la risa. Y así, volvieron a aparecer mujeres "tarajayúas" vestidas de pioneras.
"Enterramos al Joe Biden" ponía la cinta de una coronita de flores que descansaba sobre un diminuto ataúd negro con los retratos de los presidentes estadounidenses Joe Biden y Donald Trump encima. El féretro iba transportado por dos trabajadoras cubanas con cara de "qué le vamos a hacer".
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