Una migrante cubana embarazada se manifestó el pasado viernes frente a la embajada cubana en Montevideo con un llamativo cartel que decía “Gracias a Uruguay mi hija nacerá libre”.
La dra. Laura Labrada, esta futura madre, que llevó el llamativo cartel, formó parte de un grupo de cubanos que se manifestó frente a la embajada cubana “por las víctimas del comunismo, por los presos políticos del comunismo, por el silencio cómplice de las izquierdas”, según una convocatoria lanzada por la asociación de Cubanos Libres en Uruguay.
Esta articulación de migrantes cubanos destacó que el mensaje de Labrada “cautivó la mirada de todos los que nos vieron exigir libertad para el pueblo de Cuba frente a la embajada de la dictadura en Montevideo, Uruguay.”
La comunidad cubana en Uruguay es cada vez mayor y más articulada. Según aseguraba en 2022 el refugiado político Jorge Valdés, fundador de Cubanos Libres en Uruguay, la comunidad cubana establecida en el país suramericano ya no era de tránsito, sino que crecía y se desarrollaba integrada cada vez más a la sociedad.
“Uruguay es destino predilecto para cubanos hace muchos años (...) Ya no somos una comunidad de tránsito y Uruguay no es un trampolín, como a veces se dice, para los cubanos”, dijo Valdés.
En abril pasado, por ejemplo, se conoció que más de 60 familias durante cinco años han conformado un barrio de cubanos migrantes en Uruguay, tras recorrido irregular por numerosas fronteras.
Los cubanos se han asentado en la localidad de San José de Carrasco Norte, en una zona periférica de la Ciudad de la Costa, en el departamento de Canelones, a 26 kilómetros de Montevideo, la capital uruguaya.
Sin embargo, hace unos días trascendió una noticia preocupante. Alrededor de 10 mil migrantes cubanos en Uruguay podrían quedar indocumentados debido a nuevos requisitos para la solicitud de visas en el país oriental.
Se trata de un grupo de cubanos que llegaron al país hace un par de años, y que en principio solicitaban la condición de refugiados a la que luego renunciaban para tramitar una visa para la permanencia regular dentro de fronteras.
No obstante, el gobierno uruguayo no tiene intenciones de deportar a los indocumentados.
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