El escritor Antón Arrufat falleció este domingo en La Habana, a los 87 años, por causas que no han sido reveladas aún, informó el Ministerio de Cultura de Cuba.
Narrador, poeta, dramaturgo y académico, Arrufat obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 2000, pero cuando tenía 35 años fue marginado y sufrió la censura del gobierno de Fidel Castro, por ser homosexual y autor de obras con un supuesto "diversionismo ideológico".
Hace unos días ingresó con neumonía en un hospital de la capital, dijo a CiberCuba una fuente cercana al escritor.
"Su cadáver será cremado, por decisión familiar y este lunes, entre las 10:00 a.m. y la 1:00 p.m., se le rendirá homenaje en el Aula Magna de la Universidad San Jerónimo, de la Habana", detalló.
La obra de teatro Los siete contra Tebas (1968) le hizo merecedor del Premio de Teatro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), aunque también lo condenó por tener una supuesta tendencia al "diversionismo ideológico".
Recibió mención de Teatro por El vivo al pollo y de Poesía por Repaso final en el Premio Casa de las Américas, además obtuvo el premio de la Crítica Literaria por La caja está cerrada (1984), Lirios sobre fondos de espadas (1985), La tierra permanente (1987) y La noche del aguafiestas (2000).
Tras aprobarse el Código de las Familias, Arrufat comentó a Radio Francia Internacional lo que significó la "parametración" que sufrió en su juventud.
"Nunca supimos por qué estábamos así, nadie nos dijo jamás: Ustedes han cometido un error", reveló. "Aguanté como un caballo y sufrí cosas que un escritor en este país no había sufrido".
En esa entrevista recordó cómo trabajó durante 14 años en el sótano de una biblioteca municipal, sin poder publicar nada.
En 2014, el filólogo Vladimir Pérez Casal reseñó su obra más importante, reivindicando la importancia de Arrufat para la literatura cubana.
"No se puede soslayar la polémica que desató Los siete contra Tebas al recibir el Premio de Teatro José Antonio Ramos de la UNEAC en 1968, y la declaración de condena, usando la acuñada frase de la época -que duró más en dolor que en tiempo- la tenencia de desviaciones ideológicas", dijo.
Pérez Casal destacó que esos años tuvieron como trasfondo el temor, la intriga, la desconfianza y la inefable maldad humana, "que trajo como consecuencias una época portadora de un triunfalismo escatológico, aburrido y de inspiración muy negativa".
Con la noticia de su muerte, varios artistas, escritores y funcionarios han reaccionado en redes sociales, recordándolo como uno de los nombres imprescindibles de la cultura nacional.
"Cuba despide al Premio Nacional de Literatura Antón Arrufat, quien falleció en La Habana, que habitó y tanto quiso. Desde su UNEAC, que fundó junto a un grupo de reconocidos escritores y artistas, enviamos nuestras condolencias a familiares, amigos y lectores", afirmó el presidente de esa organización oficialista, Luis Morlote.
"Se nos fue Antón. Uno de nuestros grandes, con mayúscula. Supo explorar zonas secretas de la cubanía como narrador, dramaturgo, poeta y cronista. Descansa en paz, hermano", escribió Abel Prieto, exministro de Cultura y actual presidente de Casa de las Américas.
"Un hombre esencial en la cultura cubana. Es de los muertos que no descansan en paz", dijo el periodista oficialista Pedro de la Hoz.
"Falleció el escritor cubano Antón Arrufat (1935-2023), el mismo que fue víctima del silencio durante catorce años por su obra teatral Los siete contra Tebas (1968), que fue acusada de promover el diversionismo ideológico. Aunque años después fue restituido al escenario literario con premios y publicaciones, el daño que le hizo esta censura y otras más por su orientación sexual marcó su vida. Descansa en paz y que la luz ilumine su camino", escribió el intelectual Julio Gonpagés.
"Un escritor vive por siempre en sus palabras", resaltó el dramaturgo y director de teatro Abel González Melo, que compartió un ejemplar de Los siete contra Tebas, dedicado por el propio Arrufat.
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