Leonardo Romero Negrín, víctima de represión durante las manifestaciones del 11J, criticó el doble rasero de quienes defienden al dúo musical Buena Fe, tras las protestas y boicots de los últimos días en España, mientras guardan silencio ante la represión existente en Cuba.
El joven cuestionó por qué estas acciones son amplificadas y condenadas, mientras que los actos de repudio, el acoso y las violaciones a los derechos humanos cometidos por el régimen cubano son ignorados y silenciados.
"Lo que está pasando es que todo acto de repudio (digámoslo así) contra alguien favorable al gobierno cubano es amplificado y cada patrulla que impide la libre circulación de alguien por su postura política contraria al gobierno (sin orden legal que lo sustente...demuestren lo contrario) es silenciada al igual que el acoso y esto no sale ni en Con Filo ni en la Mesa Redonda", escribió.
El joven resaltó la falta de libertad de expresión en Cuba y la incapacidad del régimen para tolerar opiniones divergentes. Criticó la doble moral del gobierno, que reprime cualquier manifestación contraria a sus intereses, mientras exige respeto y protección para aquellos que comparten su ideología.
Romero Negrín hizo un llamado a la coherencia y a la igualdad de derechos, instando a que se respete la libertad de expresión y se escuche la voz de todos los cubanos, sin importar su postura política.
Además, recalcó la importancia de la solidaridad internacional y el apoyo a los artistas y activistas que luchan por la democracia y los derechos humanos en Cuba.
Durante el estallido social del 11J, Leonardo Romero Negrín fue uno de los miles de detenidos que se registró en Cuba y su testimonio reveló las agresiones físicas, el hacinamiento que sufrieron en los centros del ministerio del Interior, los abusos psicológicos y la falta de garantías y respeto a los derechos humanos.
"Cuando llegamos a la unidad nos desnudaron a todos y nos decían que éramos unos maricones, unos chupa pingas y aquí les vamos a coger el culo, esa es la realidad", dijo, al recordar cómo lo maltrataron en la prisión del Cotorro.
Posterior a eso, la Fiscalía General de la República y el Ministerio del Interior negaron las torturas y dijeron que el joven, entonces estudiante de Física en la Universidad de La Habana, fue detenido porque en el momento de las protestas se encontraba fuera de su domicilio, y sobre él pesaba una reclusión domiciliaria por un supuesto delito anterior.
El hecho al que se refirieron las autoridades cubanas fue porque el joven se paró en la vía pública con un cartel que decía: "Socialismo sí, represión no".
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