Fábrica de íntimas en Sancti Spíritus paralizada por falta de materia prima

La falta de polietileno obligó a paralizar la fábrica que produce almohadillas sanitarias para las cubanas desde Matanzas a Las Tunas. Mathisa no abastece el demandado artículo de higiene desde abril y espera poder hacerlo en julio.


Este artículo es de hace 1 año

La fábrica de íntimas Mathisa, ubicada en la provincia de Sancti Spíritus, se encuentra paralizada por falta de materia prima y podría empezar a producir en el mes de julio.

Así lo informó el oficialista periódico Escambray en un reportaje en el que informó que esta Unidad Empresarial de Base (UEB) no produce el demandado artículo sanitario desde finales de enero.


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La falta de polietileno obligó a paralizar la producción en la fábrica, resumió el director de la UEB Mathisa, Ángel Pozo González. Según el directivo, las últimas compras de esta materia prima se hicieron a México, aunque reconoció la existencia de otros proveedores anteriores.

Mathisa es la única fábrica de almohadillas sanitarias del centro de Cuba, y sus producciones abarcan desde la provincia de Matanzas a una parte de Las Tunas. Hasta el año 2021 producía alrededor de 14 millones de paquetes de íntimas, una cifra que este año se reducirá notablemente, según Escambray.

“En el año 2023 tenemos una planificación de 4 millones 500 mil paquetes de almohadillas. Ese es el financiamiento con el que contamos este año para la fabricación de almohadillas. En el año 2022 tuvimos una mejor situación, pero este año no tuvimos esa suerte”, dijo el directivo.

Las negociaciones con los proveedores para la compra de polietileno “están hechas”, según Pozo González. “El financiamiento está aprobado, solo falta que el proveedor fabrique la materia prima que tenemos en déficit y se ejecute el embarco, un proceso que puede demorar todavía un mes más”.

“Sabemos que la situación que tiene el país es compleja y las materias primas tienen que arribar, o hacer un proceso de trasbordo en varios puertos por el tema ‘bloqueo’ y se pronostica que sobre el mes de julio la fábrica de almohadillas sanitarias esté produciendo de nuevo”, concluyó.

Antes de parar, Mathisa cumplió su plan de producción para el primer trimestre del año y produjo 580 mil paquetes de almohadillas sanitarias. Una cantidad que el Estado cubano (su propietario) calcula son necesarias para las más de 800,000 cubanas que viven entre Matanzas y Las Tunas, teniendo en cuenta que la población femenina de la isla en 2021 era de 5 millones 104 mil mujeres.

De ese total, habría que descontar las que no llegan y las que pasan de la edad fértil, y multiplicar el resultado por tres períodos para saber si los cálculos y la producción del primer trimestre del actual propietario de Mathisa (el Estado cubano) han sido realistas y se ajustan a la demanda del artículo de higiene.

En cualquier caso, ya termina mayo y empieza a correr el tercer mes del segundo trimestre del año y Mathisa no ha fabricado las íntimas que necesitan las mujeres de Matanzas a Las Tunas. Y no planea hacerlo hasta julio, si cumple lo planeado.

Una situación que explica que el paquete de 20 almohadillas sanitarias cueste en el mercado negro unos 200 pesos, y que deja en el aire la pregunta sobre qué hicieron las cubanas de la región central del país con sus menstruaciones de abril y mayo.

La escasez de los más elementales artículos de higiene es un problema crónico que afecta a los cubanos, y que molesta especialmente en el caso de las almohadillas sanitarias.

A finales de 2022, la industria Arthis S.A., ubicada en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel se declaró incapaz de producir las íntimas que demanda la población cubana.

Según reconoció una de sus directoras, diariamente esta empresa mixta (formada por capital italiano y cubano) producía 15 mil paquetes con la marca Angélica, una cantidad insuficiente para satisfacer la demanda de la población.

En julio de ese año, Mathisa reconocía que su plantilla trabajaba unos 10 y 15 días al mes y que en ese primer trimestre de 2022 no había encendido su maquinaria ni una sola jornada.

"La falta de materias primas" es un problema crónico en estas empresas estatales. A finales de marzo de 2018, Mathisa paraba sus máquinas por falta de pulpa de celulosa importada, que no se había podido comprar antes "por falta de dinero".

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