Una niña de dos años halló el arma de su tío y se disparó fatalmente la tarde de este sábado en Pompano Beach, Florida.
Luis Appolon, de 33 años, propietario de la pistola, fue detenido y se enfrenta a cargos de homicidio involuntario después de que los ayudantes del sheriff de Broward encontraran a la niña con una aparente herida de bala en su casa de Martin Luther King Jr. Boulevard, informó NBC Miami.
El hombre había colocado su arma cargada en algún lugar de la casa y su sobrina la encontró.
La niña murió al llegar al hospital, de acuerdo con los reportes de prensa. La pequeña aún no ha sido identificada.
"Obviamente horrible", dijo a NBC el capitán de policía retirado Michael D'Angelo. "Nunca debería haber un escenario en el que un niño de esa edad tenga acceso a un arma de fuego".
D'Angelo investigó casos trágicos similares durante su época como oficial en el sur de Florida e instó a los padres a asegurarse de que sus armas de fuego se mantienen de forma segura lejos de los niños.
"Cerraduras de armas, estamos hablando de cajas fuertes, todas están diseñadas para ser una combinación de seguro y seguro, pero también de fácil acceso para los aspectos de defensa del hogar de poseer un arma de fuego", afirmó.
Asimismo, recomendó que si hay niños pequeños en casa, una caja fuerte ayuda a guardar el arma con seguridad, pero se puede acceder a ella rápidamente.
"Mantiene el arma de fuego segura en caso de robo en la casa, y segura y fuera del alcance de personas que no deberían estar cerca de ella, como los niños", dijo. "Sin embargo, sigue dando accesibilidad al propietario de la casa".
Los fatales accidentes con armas de fuego en Estados Unidos han dejado sin vida a muchos niños; en la mayoría de los casos, los menores de edad acceden a las armas de sus familiares y terminan disparándose a sí mismos o a sus allegados.
En el condado floridano de Volusia, un niño de tres años falleció tras pegarse un tiro con un arma que encontró en su casa. La policía informó que el niño murió al instante y no alcanzó a llegar a un hospital para recibir atención médica.
En una tragedia similar, un niño de ocho años murió en Houston, Texas, después de que su hermano de 10 años le disparara accidentalmente con una escopeta. Los menores, entre los que había otro hermano de 13, estaban sin la supervisión de sus padres en un apartamento del área de Timber Creek Place cuando ocurrió el incidente.
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