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La cantante estadounidense Beyoncé, que se encuentra inmersa en su gira Renaissance World Tour, dio un concierto el viernes último en el Stade de France, en París. Los asistentes al espectáculo se llevaron una grata sorpresa cuando a la Queen B se le unió su hija de 11 años Blue Ivy, para bailar junto a ella y su cuerpo de baile.
Vestida como el resto de los bailarines, con un mono plateado y gafas negras, la niña demostró ante más de 70 mil personas sus dotes para el baile con la difícil coreografía preparada para los temas "My Power" y "Black Parade" del álbum The Lion King: The Gift.
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“¡Rendíos ante Blue!”, así anunció Beyoncé a su hija, que se situó a su lado en el escenario. La actuación de la niña, que ha crecido muchísimo y es casi tan alta como su madre, provocó los aplausos y la aclamación de los presentes que, ante la sorpresa, grabaron el momento que se ha vuelto viral.
Los comentarios de apoyo de los seguidores de la cantante no se han hecho esperar: “Me encanta ver cómo madre e hija disfrutan juntas” .
La propia Beyoncé escribió en su Instagram: "Estoy muy orgullosa y agradecida de ser tu mamá. Nos traes tanta alegría, mi dulce ángel".
Su abuela Tina Knowles alabó el coraje y valentía de su nieta, que apenas tuvo para aprender y ensayar la coreografía poco más de una semana.
No es la primera vez que la jovencísima Blue se sube a un escenario con su madre. Con siete años participó en el videoclip "Spirit" y con ocho recogió varios premios por su colaboración en el tema "Brown Skin Girl". En 2021, Blue Ivy se convirtió en la segunda persona más joven en ganar un Premio Grammy por su participación en la mencionada canción.
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