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Las croquetas que oferta el Estado cubano a la población, y que tienen la peligrosa propiedad de estallar al hacer contacto con el aceite caliente, pueden explotar estando ya servidas, por lo que aumenta el peligro para sus consumidores.
El internauta identificado como Daniel Martínez González alertó este miércoles en Facebook que unas croquetas compradas en un comercio en 19 y B, en el barrio habanero del Vedado, estallaron estando en el plato, lo que aumentaría el peligro de cocinar ese producto.
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"Las explosiones sucedieron ya estando las croquetas refrescando en el plato, suerte que mi sobrino pequeño no estaba en casa, a mami no le pasó nada porque no estaba cerca en dicho momento", denunció el cubano.
En dos fotos adjuntas a su publicación se aprecian sendas explosiones, donde los fragmentos de las croquetas quedaron pegados a la pared y el techo.
De acuerdo con su publicación, su madre volvió al mercado para devolverlas pero no tuvo respuesta y este alimento continúa a la venta.
"Ella fue al mercado alertar y devolverlas, pero ni caso, las siguen vendiendo, no se confíen señores, te pueden explotar en la cara ya servidas", reiteró Martínez.
No es la primera ocasión que los cubanos denuncian esta cualidad del producto, que ha causado quemaduras en el rostro y otras partes del cuerpo de numerosas personas.
Desde hace años las croquetas explosivas han sido noticias, luego de causar lesiones al cocinarlas. El pasado año un negocio privado en Bauta retomó su venta y la cocción del producto provocó graves quemaduras a dos mujeres.
En medio de la escasez de alimentos que padece la población, estas elaboraciones, distribuidas por la empresa estatal procesadora Prodal, suelen ser de alta demanda.
Este producto está elaborado con alguna sustancia de proteína animal cocida con harina de trigo y pan, pero al parecer algún extraño ingrediente provoca que exploten.
Para deslindarse de responsabilidades, el gobierno se ha limitado a culpar a la población de "no saber freír las croquetas", y hasta llegó a publicar un manual que explicaba cómo realizar "el proceso correcto".
Durante la pandemia de coronavirus ganaron mayor popularidad, cuando el gobierno cubano vendió módulos de 20 piezas por familia para paliar la falta de alimentos.
Sin embargo, los primeros indicios de la explosión de estas croquetas se remontan a la década del 70, cuando a los hospitales comenzaron a llegar personas que quedaron con sus rostros quemados y algunos hasta perdieron un ojo.
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