El cantautor español Alejandro Sanz y su novia, la cubana Rachel Valdés, terminaron su relación después de más de tres años juntos.
Según la revista Hola, la cubana se marchó con todas sus cosas de la casa donde ambos vivían en la periferia de Madrid.
También el periódico El Mundo asegura que la pareja se disolvió luego de sufrir una crisis sentimental muy fuerte en los últimos meses, y precisa fue él quien decidió terminar.
Al parecer, las causas de la ruptura son el desgaste en la convivencia y la diferencia de pareceres.
"Unos días antes del mensaje de Alejandro, Rachel abandonó la casa de Somosaguas donde convivían, pues pertenece al cantante, llevándose su ropa y objetos personales. Tras numerosas desavenencias y desencuentros, algunos incluso públicos, entre ambos, parece que la decisión de la ruptura partió de Alejandro Sanz", relató a El Mundo una fuente cercana a la cubana.
Hasta el momento, ninguno de los dos se ha pronunciado públicamente sobre su situación amorosa.
La última publicación del cantante de 54 años disponible en Twitter es del pasado martes 30 de mayo, cuando escribió un texto de agradecimiento a todas las personas que se preocuparon por su salud, tras confesar que se sentía triste y cansado.
"... aunque aún no termina de llegar la luz, parece que se ha despertado una luciérnaga en mi pecho. No quiero suspender la gira porque creo que con la ayuda correcta y un poco de comprensión y apoyo en los shows, lo vamos a sacar adelante. Además creo que encerrarme no es buena idea. Gracias por el calorcito. Vamos a por el día de mañana. El sol está de camino", dijo.
Unos días antes, Sanz, que este sábado comienza una gira por varias ciudades de España, preocupó a sus fans con un mensaje en el que confesaba que tenía problemas.
"No estoy bien. No sé si esto sirve de algo pero quiero decirlo. Estoy triste y cansado. Por si alguien más cree que hay que ser siempre una brisa de mar o un fuego artificial en una noche de verano. Estoy trabajando para que se me pase… llegaré a los escenarios y algo dentro me dirá que hacer. Pero a veces no quiero ni estar. Literalmente", admitió.
Aquellos mensajes no provocaron ninguna reacción pública en Rachel Valdés, una prestigiosa artista plástica de 32 años.
Sus últimas publicaciones en sus redes sociales se refieren a temas de trabajo y a su exposición individual Piscinas, en una galería de Madrid.
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