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El padre de Leandro Naun Hung, párroco de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba, se recupera tras la operación en la cabeza a la que a la que tuvo que someterse debido a las lesiones sufridas en un violento asalto en su casa.
Según el sacerdote, al anciano no parece haberle afectado de gravedad el machetazo que recibió en la cabeza durante el atraco, aunque sigue bajo observación.
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"Mis padres se encuentran bien, gracias a Dios y sus oraciones", dijo en su muro de Facebook.
"Mi mamá solo golpes sin males mayores según examen médico realizado. Mi papá ya en recuperación luego de la operación. No parece haber afectado de gravedad el impacto en la cabeza pero queda bajo observación su evolución posterior". detalló.
El sacerdote dio las gracias a todos los amigos y personas de buena voluntad que han orado por la sanación de sus papás, y que han animado y fortalecido a su familia con cientos de mensajes llenos de amor y fe a través de las redes.
Naun Hung señaló que de esta experiencia se puede sacar aprender a convertirse en "tejedores de comunión" mediante el amor, la compasión y el acompañamiento a través de las redes sociales.
"Podemos imaginar nuevos modelos de comunicación basados en la confianza, la transparencia y la solidaridad. Toda distancia geografía se ve acortada gracias a un mensaje usando el teléfono. Hemos aprendido a estar presentes al estilo de Dios a quien no vemos, pero sabe deja sus señales en nuestra vida. ¡Gracias de todo corazón! ¡Dios los bendiga a todos!", concluyó.
El martes, el párroco informó que su papá estaba evolucionando favorablemente y que los médicos presumían que no tenía daño cerebral tras ser macheteado en la cabeza en su vivienda.
Naun Hung dio la noticia cuando su padre se encontraba en el Hospital Provincial de Santiago de Cuba esperando ser intervenido quirúrgicamente, y los médicos le adelantaron que aparentemente no presentaba daño cerebral.
"No parece haber sufrido daño neuronal pero sí fisura o fractura ósea en la cabeza. Está vivo", afirmó entonces.
La agresión ocurrió esa madrugada, cuando tres individuos enmascarados entraron a la casa de la familia y comenzaron a robar, pero fueron descubiertos por la madre del párroco, que recibió varios golpes. El anciano corrió en auxilio de su esposa y también le dieron múltiples patadas y un machetazo en la cabeza que lo dejó en estado grave.
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