Boteros en La Habana decidieron dejar de trabajar, como forma de protesta contra las nuevas tarifas para el transporte de pasajeros impuestas por el gobierno al sector privado.
En el grupo de Facebook "BOTEROS EN LA HABANA", el usuario Misshel Fernández preguntó a sus compañeros qué hacer, y afirmó que para que los nuevos precios del transporte den resultado hay que regular toda la economía del país.
"No soportemos que nos humillen más, como siempre lo han hecho. Paremos todos, trabajamos con carreras directas, total, a veces salimos un poco mejor y menos gasto de combustible", le contestó un padre de familia.
La mayoría de las respuestas al llamado de Misshel plantean como solución dejar de prestar servicio, al menos por un tiempo.
"Una semanita sin transporte", "vacaciones cuatro meses", "de vacaciones a descansar y pasarle la mano al carro, no hay de otra" y "vacaciones de verano para mí", fueron algunos de los comentarios.
"Parado todo el mundo es la solución, para que el 100% de la población se siga moviendo en el transporte estatal", se burló otro taxista.
Varios choferes expresaron su intención de solo transportar a personas en viajes previamente concertados con el cliente.
"A parar como la última vez. Siempre hay quien pague las carreras directas", dijo uno.
"¡No nos pueden obligar a trabajar en la línea! No hay de otra, yo a partir del 9, si no me alquilan, ¡no salgo!", aseguró otro.
El próximo 9 de junio, entran en vigor en La Habana nuevas tarifas para el transporte privado de pasajeros, fijadas por el gobierno, que vendrán acompañadas de acciones de enfrentamiento y control para que los boteros las cumplan.
Las autoridades dividieron las 46 rutas de transportación existentes en cuatro grupos, según el precio: rutas de 45 pesos, de 75, de 100 y de 170 pesos.
A finales de mayo, en un reportaje del portal oficialista Cubadebate, un botero señaló que tiene que comprar el litro de gasolina a 500 pesos en el mercado negro, porque no puede pasarse tres días en una cola de una gasolinera, y que esos 40 litros no le alcanzan ni para dos días.
"Y la caja de pollo me cuesta 8,000 pesos, la libra de arroz, 150; la libra de mango a 50, la bolsa de leche a 1,500 a una mipyme. Imagínate, tengo que cobrar más, todo es una cadena, no voy a morirme de hambre ni trabajar por gusto", detalló.
Otro transportista privado se quejó de que además de los impuestos a la ONAT, tiene que pagar 20,000 pesos por una goma y casi 4,000 por un pomo de aceite Castrol, sin contar los precios de cualquier pieza o la mano de obra de una reparación.
Pero Cubadebate arremetió contra ellos por subir los precios, y los acusó de excusarse en el alto precio del combustible o las largas colas que deben hacer en las gasolineras.
"El pasajero, el trabajador que lleva tres horas en la parada y le urge llegar a su casa, y otros que necesitan moverse hasta el hospital para un turno médico, por ejemplo, no tienen la culpa de esa situación. No se puede aplicar la ley de la selva y que se salve quien pueda", subrayó el artículo.
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