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La crítica situación de los servicios fúnebres en Cuba no solo comprende la falta de carros para transportar los féretros sino que además tampoco hay espacio en las bóvedas para depositar los cadáveres, como sucede en Artemisa.
Leticia Romero Cisnero, directora de la UEB Comunales, explicó al diario local El Artemiseño que aunque en 2011 se hicieron un grupo de "gavetas en pos de aliviar el déficit", resultan insuficientes y no hay donde colocar los cuerpos.
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La directiva agregó que cada dos años deben exhumarse los cuerpo de las bóvedas estatales pero, de acuerdo con las denuncias de los usuarios, los espacios alquilados por un período de dos años se pasan del tiempo indicado sin permitir que se ocupen de nuevo.
En 2021, derivado de la pandemia del covid-19, el cementerio cabecera de Artemisa, unas 130 personas debieron ser sepultadas en tierra por la agresividad de la enfermedad y por falta de bóvedas.
Aunque en ese momento comenzaron "labores de mantenimiento y reparación", todavía no son suficientes.
Un contrato con una Mipyme ampliaría las capacidades a 150, pero la falta de cemento impidió empezar las labores.
Una artemiseña contó que hace un año falleció su abuela en Guanajuay y no había capacidad en las gavetas estatales, ni respuesta por parte de las autoridades.
A pesar de haber hecho gestiones para su entierro o cremación, nunca hicieron la gestión y terminó enterrándola en Caimito.
A ello se une la falta de carros fúnebres, que demora considerablemente los enterramientos y ha obligado a usar vehículos particulares.
En el municipio de Artemisa, "hay uno solo, en uso desde 2006. A raíz de su empleo constante se rompe y por más que arreglemos, muchas veces no funciona. En ese caso solicitamos apoyo de otras localidades", dijeron los funcionarios.
La provincia, que contaba con 14 en total, solo tiene en funcionamiento siete y para operar en los cortejos fúnebres envían el más cercano a la localidad del occiso.
Tomás Parapás Ferro, director de producción de la UEB Empresa Integral de Servicios Automotores (EISA), dijo que hay al menos tres vehículos paralizados: el de Mariel (propuesto a baja), el de San Antonio de los Baños y el de San Cristóbal; en tanto los de Caimito y Güira de Melena fueron trasladados a una Mipyme.
La crisis en Cuba, sumado al mal estado de los coches fúnebres, han generado escenas escalofriantes en varias zonas del país.
En Las Tunas el cadáver de una mujer debió ser transportado en un carro de la oficina de Correos, mientras que en Güines un fallecido fue trasladado por sus amigos en un bicitaxi porque las autoridades no enviaron transporte para recogerlo.
En otras zonas, ante las largas esperas por el vehículo, han recurrido a otros medios e inventado carros de emergencia para llegar al cementerio.
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