Nueve meses después de la muerte de la joven kurda iraní de 22 años Mahsa Amini a manos de la Policía de la Moral del régimen de los ayatolás, el presidente de la República Islámica de Irán, Ebrahim Raisi, visitará Cuba la próxima semana.
Detenida por no llevar correctamente el velo, Amini falleció el 16 de septiembre de 2022, desatando una histórica ola de protestas por todo el país y el resurgimiento del activismo por los derechos humanos y de las mujeres en un régimen conocido por su brutal aparato represivo.
La próxima semana, La Habana se engalanará para recibir a Raisi, responsable de la feroz represión lanzada contra los iraníes que se lanzaron a las calles durante jornadas para reclamar justicia y derechos, y que costó la vida de más de 500 personas entre civiles y miembros de las fuerzas de seguridad, y casi 20,000 detenidos.
Raisi partirá de Teherán el 11 de junio y viajará a Nicaragua, Venezuela y Cuba. La agencia estatal de noticias IRNA no precisó la agenda del gobernante iraní ni la fecha en la que tiene previsto llegar a la capital cubana.
Invitado por los gobernantes de estas naciones, Raisi viajará con una agenda que pretende potenciar la cooperación bilateral con estos países aliados. Cuestiones económicas, políticas y científicas serán abordadas con los líderes de los tres regímenes antidemocráticos de la región, en los cuales Irán encuentra socios estratégicos para desarrollar su tradicional política hostil hacia Estados Unidos.
Aunque Irán y Venezuela son miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la agencia estatal de noticias del país islámico no refirió ninguna noticia en este ámbito, que interesa enormemente al régimen cubano, sumido en la peor crisis energética y de combustible de su historia.
Encabezados por gobiernos de izquierda acusados de violaciones de derechos humanos, según Reuters, los tres países latinoamericanos darán la bienvenida al líder de un régimen que mantienen vigente al pena de muerte, como demostró con el ahorcamiento público (a modo de escarmiento) de cuatro manifestantes de las pasadas protestas.
Además de estas cuatro víctimas del régimen de los ayatolás, otras 12 personas fueron condenadas a muerte y los tribunales del país violaron los derechos de los arrestados, celebrando juicios exprés sin garantías, definidos por Amnistía Internacional como "farsas" y procesos judiciales "injustos".
Las históricas protestas del 11 de julio de 2021 en Cuba (11J), las de Nicaragua en abril de 2018 y las múltiples manifestaciones de la sociedad civil reprimidas en Venezuela, han llevado a estos regímenes a cometer atrocidades contra la población, violando los derechos humanos de sus ciudadanos con tal de permanecer en el poder y seguir culpando a Estados Unidos de la “inestabilidad” en sus países.
Mientras todavía se escuchan los ecos de "mujer, vida, libertad" y la sociedad civil internacional mantiene viva la solidaridad con los activistas y manifestantes iraníes, los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela aprovecharán para estrechar sus lazos con el régimen de los ayatolás, de marcado carácter tiránico, patriarcal, homófobo y autoritario.
A finales de 2022, el régimen cubano rechazó una propuesta del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas para establecer una misión de investigación independiente internacional sobre las violaciones contra la población durante las recientes protestas en Irán.
Cuba, Armenia, China, Eritrea, Pakistán y Venezuela votaron en contra de la resolución (A/HRC/S-35/L.1) que buscaba acceder a pruebas de la represión, especialmente con respecto a las mujeres, niñas y niños del país persa.
En febrero, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hossein Amir Abdollahian, de visita de trabajo en Cuba, y calificó las relaciones entre los dos países como firmes e históricas y alineadas en asuntos relativos al panorama internacional.
El canciller iraní también departió con su homólogo cubano Bruno Rodríguez Parrilla, quien le mostró su apoyo ante lo que llamó “intentos de desestabilización”, haciendo alusión sin nombrarlas a las protestas masivas que pidieron el fin de la República Islámica en los últimos meses.
Por su parte, Rodríguez calificó las relaciones bilaterales como muy importantes y ratificó la posición de Cuba en defensa del uso de la energía nuclear con fines pacíficos, así como agradeció el apoyo del régimen iraní en la condena de las sanciones estadounidenses.
El próximo viaje de Ebrahim Raisi será el primero a Latinoamérica desde que tomó posesión del cargo en agosto de 2021. El mandatario iraní viajará acompañado de una “delegación de altos cargos”.
En mayo de 2022, el viceprimer ministro de la República de Cuba, Ricardo Cabrisas Ruiz, viajó a Teherán como parte de una visita oficial en momentos particularmente tensos en el panorama mundial, tras la invasión de Rusia -aliado y socio estratégico de ambos países- a Ucrania.
La delegación cubana participó en los trabajos de la XVIII Sesión de la Comisión Intergubernamental de ambos países, en la que se acordó fortalecer su cooperación en tecnología y seguridad alimentaria.
En enero de 2022, Estados Unidos condenó el encuentro de Díaz-Canel, Nicolás Maduro y Daniel Ortega con el presunto terrorista iraní Mohsen Rezaei, vicepresidente de Asuntos Económicos de Irán, y acusado de un atentado terrorista en Argentina en 1994 que causó 85 muertes y cientos de heridos.
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