Los regímenes de Cuba y China estarían negociando la construcción de una instalación conjunta para el entrenamiento de militares, lo cual facilitaría la presencia de tropas del país asiático en el Caribe, a escasas 100 millas de Estados Unidos.
La noticia vuelva a ser una revelación del diario estadounidense Wall Street Journal (WSJ), que este martes añadió material inflamable a su artículo anterior sobre la presunta existencia de un centro chino de espionaje en la isla.
Fuentes estadounidenses citadas por este medio indicaron que las negociaciones para la nueva base estarían ya avanzadas.
De confirmarse, este tipo de infraestructura facilitaría la presencia de tropas chinas en Cuba de manera permanente y la expansión de las supuestas actividades de Inteligencia, que Pekín y La Habana insisten en desmentir.
A raíz de la revelación, este martes la portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, se limitó a decir que no tenía constancia del tema.
"No estoy al tanto de lo que se menciona. Esperamos que las partes relevantes dediquen su tiempo y esfuerzos a hacer cosas que faciliten la confianza mutua y la paz, la estabilidad y el desarrollo en la región", dijo Mao en rueda de prensa, calificando de “irrelevante” a la parte cubana en este asunto.
En medio de un clima de tensiones entre Estados Unidos y China, con la guerra en Ucrania de trasfondo y acusaciones mutuas de espionaje, que incluyen el derribo de varios aerostáticos sobre el espacio aéreo estadounidense –que las autoridades atribuyen al espionaje chino-, el secretario de Estado, Antony Blinken, concluyó este lunes una simbólica visita a Pekín, realizada con la intención de limar asperezas entre las dos potencias.
Apenas un día después de que concluyese la visita del secretario Blinken, surge una nueva información que alimenta los recelos planteados por las autoridades de Estados Unidos en relación con el gigante asiático.
Blinken se vio con las principales autoridades chinas, entre ellas el presidente Xi Jinping, que apeló en dicho encuentro al "respeto mutuo" como eje de las relaciones.
Ni Pekín ni La Habana reconocen por ahora el acercamiento que se le atribuye desde Washington. El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, y altos funcionarios de su ministerio se han expresado enfáticamente en contra de las informaciones del WSJ.
En su artículo de este martes, el medio no precisó otros detalles sobre esta presunta base militar china en Cuba, ya sea su ubicación, su misión o el número de efectivos que albergaría.
Tampoco se conocen los términos del presunto acuerdo firmado entre ambos regímenes comunistas, aunque en el caso de la información anterior sobre la base de espionaje se informó que el régimen de La Habana habría cobrado una importante suma de dinero.
Tras declaraciones un tanto confusas, finalmente la administración de Joe Biden confirmó la existencia de una base de espionaje electrónico chino en Cuba, pero aclaró que se trata de un problema de conocimiento de Estados Unidos y dijo que la instalación está en operaciones al menos desde 2019.
A raíz del escándalo desatado por las revelaciones del WSJ acerca de acuerdos entre China y el régimen cubano para desarrollar labores de espionaje de las comunicaciones de Estados Unidos, la agencia Reuters recordó que ya se tenía conocimientos y sospechas de estas actividades desde 2018.
Reporteros de la agencia británica se desplazaron hasta Bejucal, en las proximidades de La Habana, donde indagaron con lugareños acerca del misterioso enclave donde se rumora que existe una base militar con antenas, algunas de las cuales son visibles, y que podría formar parte de la infraestructura de un centro de espionaje chino instalado en Cuba.
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