El multimillonario británico Richard Branson, fundador del poderoso conglomerado Virgin Group, se volvió a subir en la carroza de quienes celebran el surgimiento de medianas y pequeñas empresas en Cuba como forma de mejorar sus relaciones con Estados Unidos.
“Dar una mano a los empresarios cubanos, levantar las restricciones y eliminar los trámites burocráticos son las mejores formas de mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba y apoyar el crecimiento”, indicó Branson este viernes en sus redes sociales.
Branson, cercano a élites del régimen cubano, ha viajado en varias ocasiones a la isla y siempre se ha manifestado en contra del embargo estadounidense. En febrero de este año, pidió al presidente Joe Biden, que retomara las políticas de deshielo de Barack Obama hacia Cuba.
A sus razones de siempre, el multimillonario añadió ahora un nuevo, esta vez relacionado con la Seguridad Nacional de Estados Unidos, donde por estos días la clase política y los medios de comunicación airean los acuerdos firmados por el régimen cubano con China y Rusia, entre los que habría presuntas colaboraciones militares y de espionaje hacia el vecino del norte.
Según Branson, “a medida que otros se mueven rápidamente para llenar el vacío”, levantar el embargo a Cuba “también fortalecerá los intereses de seguridad nacional de EE.UU”.
En 2020, el multimillonario británico que controla a más de 400 empresas, algunas de ellas asentadas en Florida y mantiene vuelos a Cuba desde Londres, celebró su cumpleaños 70 en La Habana.
Branson conoce la isla desde 2017 y ha mantenido relaciones de amistad con algunos de los familiares de los Castro. Entre ellos destaca Fidel Antonio Castro Smirnov, paracaidista, propagandista y nieto del fallecido dictador cubano.
En febrero de este año pidió al Estado cubano que liberaran a los presos políticos de las históricas protestas del 11J, como paso previo para la normalización de las relaciones bilaterales.
"El gobierno cubano debe tomar medidas audaces para que el país sea viable para su juventud. En primer lugar, debe liberar a los más de 600 presos políticos, muchos de ellos jóvenes que fueron detenidos simplemente por filmar protestas y nunca tuvieron el debido proceso en los tribunales", señaló.
En su criterio, el otro tema en que ambos gobiernos deberían trabajar es en el impulso al sector privado cubano. En ese sentido, señaló que es difícil ser un empresario actualmente en Cuba. "Deben administrar sus negocios sin acceso a capital, sin medios de pago digital y con poca infraestructura de apoyo o tutoría", describió.
"Estados Unidos también debe estar a la altura de las circunstancias al permitir la inversión estadounidense en estas nuevas empresas y permitir que los empresarios cubanos accedan a herramientas como servicios basados en la nube y API", dijo.
Atribulado por una crisis sistémica cuya hemorragia no logra contener, el régimen cubano ha lanzado una campaña a favor del naciente sector privado en la Isla, poniendo el foco en las Mipymes como nuevos actores económicos, llamados a paliar la escasez y los altos precios que golpean los bolsillos de unos ciudadanos cada vez más empobrecidos por el aumento de la inflación.
En días recientes, numerosos cubanos reaccionaron con indignación a un tuit de la Embajada de Estados Unidos en La Habana, que celebró el "importante crecimiento del sector privado" en Cuba y la "independencia" de sus empresas, resaltando que este sector va camino a comprar más de mil millones de dólares en bienes a finales de año.
Muy movilizada en contra de esa falsa imagen de apertura económica, la sociedad civil cubana le recordó a la legación diplomática estadounidense la verdadera naturaleza de los negocios privados en el país.
"¿Ustedes conocen cuál es ese supuesto sector privado? Indaguen, investiguen para que vean que el supuesto sector privado es la propia dictadura tratando de mostrar cambios en la isla, todos saben que esto es una falacia", señaló una mujer.
"Si Cuba no tiene libertad, no tiene ni tendrá nada nunca. Simplemente, ustedes que dan 20 mil visas anuales, deben saber cuál es el problema de Cuba: Dictadura", afirmó una joven.
Pero la sociedad civil cubana que conoce Branson es aquella que lo puede sacar a pasear por la isla sentado “en la parte posterior de un Chaika ruso de los años 60”, hablando de “amores compartidos por la aventura y el océano”.
La “estrategia del océano azul” es uno de los temas que más apasionan a esos emprendedores que la sociedad civil señala en contubernio con el establishment cubano, como demostró Alejandro Peñalver Mauri -el Jeff Bezos de Cuba-, en declaraciones al medio alemán absatzwirtschaft.com (Marketing, en español).
“La crisis genera potencial de crecimiento”, dijo el fundador de Cubamodela. “Como no hay nada, puedes ocupar nichos y convertirte en líder del mercado”.
Descendiente de altos funcionarios del régimen, las palabras de Peñalver Mauri son esa deliciosa música de fondo que gusta escuchar el multimillonario mientras pasea por La Habana en un Chaika ruso de los años 60, de la mano de un papalotero con apellidos eslavo y gallego.
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