La policía rescató a una niña de 12 años que fue secuestrada la madrugada de este lunes por un hombre en el condado de Duval, en el estado de Florida.
Después de que el Departamento de Cumplimiento de la Ley de Florida activara una alerta Amber sobre las 9:30 a.m. de la mañana de este lunes, los ayudantes del sheriff rescataron a Fernanda Arias, una niña de 12 años reportada como secuestrada, según trascendió en una nota de Local 10 News.
Los detectives detuvieron a Jorge Reyes, de quien sospechaban que conducía un Honda oscuro cuando secuestró a Fernanda hacia las 3:00 a.m.
Los agentes informaron a los medios que habían detenido a Reyes en las inmediaciones de la casa de la niña.
"La víctima ha sido localizada y esto sigue siendo una investigación activa. Gracias a todos los que ayudaron a difundir esta información", destacó en Twitter la policía de Jacksonville.
Sin embargo, las autoridades no aportaron detalles sobre las circunstancias del secuestro ni si existía un vínculo de algún tipo entre el autor del delito y la niña.
Con el caso de Fernanda resuelto, Florida todavía tenía siete alertas Amber activas. La lista incluye dos casos sin resolver del condado de Miami-Dade.
El pasado mes, un hombre intentó secuestrar a una niña de 10 años frente a su casa y el momento quedó captado por las cámaras de seguridad de una familia vecina.
Kassidy estaba jugando voleibol frente a su casa en Murrieta, con su padre, Michael Angodung, cuando este entró a beber agua y en ese lapso un individuo acechó a la niña e intentó secuestrarla.
El hombre desconocido caminaba por la acera, se acercó a Kassidy y le pidió que le mostrara camiseta.
A inicios de año, un vecino de Pembroke Park, en el sur de Florida, arriesgó su vida para impedir el secuestro de un niño.
La portavoz del Departamento de Policía de Pembroke Park, Ra Shana Dabney-Donovan, apuntó que un vecino de esa localidad presenció cuando otro vecino, identificado como George Rudolph Pratt, de 65 años, agarró a un niño e intentó obligarlo a que entrara a su apartamento.
Tras darse cuenta de lo que podría pasar, el vecino le pidió una cerveza a Prat y entró junto con el menor al apartamento.
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