Más de 500 personas tuvieron que ser rescatadas en las playas de Florida durante el fin de semana previo al 4 de julio y los días que siguieron.
Los servicios integrales de salvamento y socorrismo en actividades acuáticas (Ocean Rescue) alertaron a sobre lo que puede suceder a los bañistas cuando entran al mar.
"No es una piscina. Es una forma completamente diferente de nadar y de agua", Zach Houston, capitán de salvavidas de Ocean Rescue, citado por news4jax.
El oficial aseguró que la gente a menudo subestima el poder del agua.
Subrayó que no importa si la persona es un salvavidas, un gran nadador o un niño; que las corrientes de resaca son un cuerpo de agua que se mueve contra las olas y que si el bañista se asusta podría ponerse en peligro a él mismo y al salvavidas que trata de salvarlo.
También recomendó nadar paralelo a la orilla y estar cerca de un puesto de salvavidas.
No obstante, advirtió a los padres a no pensar en que los rescatistas son primera línea de protección para sus hijos en el agua, sino que debe ser ellos mismos.
Con él coincidió el capitán Rob Emahiser, de Jacksonville Beach Ocean Rescue, quien dijo que el 4 de julio habría tantos salvavidas como fuera posible en las playas.
"Si vas a tener un grupo de personas en la playa, o estás solo con los niños, el trabajo de alguien tiene que ser vigilar a los niños todo el tiempo. Es una buena idea estar al alcance de la mano. Es un poco más difícil perder a tus hijos si estás cerca de ellos", señaló.
El martes 4 de julio, el Cuerpo de Bomberos del condado de St. Johns rescató a cuatro personas en Crescent Beach, a una milla al norte del acceso a la Rampa del Parque Matanzas.
Uno de los bañistas estaba en estado crítico, otro grave pero estable, y un tercero fue trasladado al hospital como medida de precaución.
Durante el fin de semana, los bomberos de ese condado reportaron 71 rescates acuáticos, 46 de ellos para nadadores.
Uno de los rescates fue de un hombre y un niño que quedaron atrapados en una corriente de resaca en Mickler Beach. Ambos tuvieron que ser llevados al hospital, tras ser sacados por la gente.
Los salvavidas recordaron que incluso los nadadores más seguros y fuertes pueden verse arrastrados por una corriente de resaca.
En las últimas dos semanas de junio, 12 personas se ahogaron por corrientes de resaca en las playas de Florida, sin suficientes socorristas para evitar que los bañistas entraran al agua, a pesar de la presencia de banderas rojas.
Siete de las 12 muertes se produjeron en Panama City Beach.
Todas las víctimas eran hombres de entre los 39 y los 68 años que sucumbieron a las corrientes de resaca, torrentes de agua estrechos y vigorosos originados cerca de la orilla hasta el área donde rompen las olas, que fluyen hacia mar abierto.
"La combinación de las olas del suroeste y el fortalecimiento de la brisa marina aumentará la altura de las olas y aumentar el riesgo de corrientes de resaca", advirtió la meteoróloga Kathryn Prociv.
Según Tom Gill, portavoz de la organización sin ánimo de lucro United States Lifesaving Association, a ello se suma la escasez crónica de socorristas cualificados.
"No todas las playas están patrulladas por un socorrista y el fuerte calor ha empujado a mucha gente al agua", expresó.
Algunas de las playas de Florida, que se extienden desde el Panhandle hasta la frontera con Alabama, son las más mortíferas, según datos del Servicio Meteorológico Nacional referidos por NBC News.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: