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Duanys Moreno, un joven youtuber cubano que reportó los primeros días del incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas, se exilió en Miami recientemente, donde ahora cuenta su historia, tras el acoso de la Seguridad del Estado.
El joven de 23 años, graduado de Geodesia y Cartografía, llevaba un canal de YouTube relacionado con la aviación y había participado en proyectos relacionados con los planes de contingencia de los tanques de Supertanqueros, cuenta en una entrevista al periodista Javier Díaz de Univisión.
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“Tomé la decisión de transmitir videos porque las personas en Cuba estaban bastante desorientadas, no sabían qué estaba pasando. Empecé a transmitir y a decirle a las personas qué debían hacer, cómo debían evacuarse, y qué estaba pasando minuto a minuto”, cuenta sobre las razones que lo llevaron a cubrir el incendio.
Moreno fue detenido por la Seguridad del Estado y obligado a filmar un video donde aseguraba que las autoridades lo tenían todo bajo control.
“Fui secuestrado el 9 de agosto del 2022 por el mayor Muñiz, jefe de la Contrainteligencia en Matanzas y el teniente Dayán Vázquez. Fui trasladado hacia el centro de instrucción de la Seguridad del Estado. Ahí estuve amenazado y un fiscal me pidió 8 años de cárcel”, relata.
El joven denuncia que los oficiales de la Seguridad intentaron reclutarlo y, ante su negativa, le dijeron que “debía irse del país si no estaba de acuerdo con ellos”.
Sus últimos meses en Cuba estuvieron determinados por el acoso de oficiales de la policía política cubana y por un intento frustrado de salida del país.
El joven escapó en febrero a Guyana y gracias al parole humanitario acaba de llegar a EE. UU.
“Miami ha superado mis expectativas, me siento abrumado”, cuenta.
El incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas se desató el 5 de agosto pasado, por el impacto de una descarga eléctrica sobre uno de los depósitos de combustible en la zona industrial.
Debido a la intensidad del siniestro, colapsaron cuatro supertanqueros de una batería de la base (de un total de ocho), donde se almacenaba fueloil y crudo nacional.
El fuego fue declarado oficialmente extinguido siete días después, tras lo cual se iniciaron las labores de búsqueda de los restos de las 14 personas que habían sido reportadas como desaparecidas mientras intentaban sofocar las llamas.
Entre ellos, había bomberos profesionales, empleados de una empresa militar, conductores de pipas y jóvenes reclutas que cumplían el Servicio Militar Activo.
El hecho dejó un saldo de 17 personas fallecidas y más de 100 lesionados.
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