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Cayó un rayo en el municipio Boyeros de la capital, con tan mala fortuna, que afectó a tres bombas de la estación de abasto de agua de Cosculluela, que surte al municipio habanero de Marianao y parte alta del de Playa.
En medio de la crítica situación con el abasto de agua en La Habana, que según fuentes oficiales afecta total o parcialmente a más de 200,000 habaneros, las autoridades de la capital informan de nuevas averías causadas por la caída de rayos eléctricos.
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“Los medios de abasto dejan de funcionar en un momento de déficit en los sistemas de acueducto de la capital”, reconoció un reporte del Noticiero de la Televisión Cubana, en el que dio cuenta de un rayo caído a una hora inespecífica sobre unos sistemas de bombeo de agua en la estación de Cosculluela en los que no se aprecian rastros visibles del impacto de una descarga eléctrica.
En medio de una tormenta eléctrica, los operarios de la Fuente Cosculluela empezaron “a apagar los equipos, porque los equipos hay que apagarlos progresivamente, no se pueden apagar todos a un mismo tiempo”, dijo José Miguel Vargas Fernández, jefe de brigada de las instalaciones.
“Cayó una descarga eléctrica y... consecuencia de eso... salieron los equipos”, explicó el operario, asegurando que “eso no da tiempo a nada”.
Por su parte, el subdirector de producción de la empresa estatal de Aguas de La Habana, Osvaldo Gómez Mandina, precisó que los tres equipos afectados bombeaban unos 500 litros de agua por segundo, un volumen de 43,200,000 litros al día.
Según el directivo, antes del evento meteorológico, los 179,866 habitantes de Playa (se incluyen todos y no solo los de la “parte alta”) y los 135,708 de Marianao estaban recibiendo de estos tres equipos alrededor de 135 litros de agua potable por persona al día. (unos 7 cubos diarios de medida estándar).
“Son quinientos litros menos que estarán en el sistema... son equipos grandes”, lamentó Gómez Mandina.
Según el medio oficialista, “expertos y directivos de la Unión Eléctrica (UNE) señalan el carácter recurrente de las descargas eléctricas en el actual año, con intensidades mayores a las reportadas en veranos anteriores”.
Acorde al criterio de Eleazar Moreno Ricardo, director de Redes de la UNE, la frecuencia e intensidad de la actual temporada de tormentas eléctricas provoca averías en los sistemas, “aun cuando tengan los sistemas de protección, a los que se les da mantenimiento en el tiempo adecuado”.
“Tenemos que revisar los sistemas nuestros para ver qué más podemos hacer para prepararnos para estos tiempos tan... que son mayores a los que habitualmente estamos teniendo”, dijo Moreno Ricardo bajo la atenta mirada del jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, general de división Ramón Pardo Guerra, y las máximas autoridades del Partido Comunista de Cuba y del gobierno, desplazadas hasta Cosculluela para constatar “el plan de contingencia para restablecer, de forma paulatina, las capacidades de bombeo”.
En junio, sumaron por decenas los cortes de agua anunciados por la estatal Empresa Aguas de la Habana debido a trabajos de mantenimiento y reparaciones en las conductoras y líneas eléctricas que alimentan a las fuentes de abasto de la capital.
A finales de ese mes, el diario oficialista Tribuna de La Habana informaba que unas 200 mil personas carecían de agua en La Habana y se esperaban nuevos cortes del servicio en los próximos días, debido sobre todo al “elevado número de averías en los equipos de bombeo motivadas por descargas eléctricas”.
Según publicaba este medio el pasado 26 de junio, “las descargas eléctricas ocasionaron 158 averías durante el mes de junio, 74 de ellas en los últimos siete días”.
“Las averías de los equipos de bombeo por las descargas eléctricas atmosféricas son la principal causa del déficit. Los municipios más afectados son Playa, Marianao, La Lisa, La Habana Vieja y Centro Habana”, aseguraba el diario oficialista en el subtítulo de su nota, resaltando que las autoridades habaneras trabajaban en “el monitoreo y mantenimiento de la infraestructura para tratar de reducir los daños ocasionados por las descargas eléctricas atmosféricas”.
En los últimos tiempos, las autoridades cubanas atribuyen a estos fenómenos atmosféricos la causa de averías sufridas en el sistema eléctrico nacional (SEN), o en la Base de Supertanqueros de Matanzas, eludiendo cualquier responsabilidad en estos fallos de infraestructuras obsoletas, sobrexplotadas, sin el debido mantenimiento y lastradas por la falta de inversión de un régimen más preocupado por construir hoteles e infraestructuras para el turismo, que en ofrecer servicios públicos de calidad a los ciudadanos.
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