La destacada cantante cubana Gina León, una de las principales intérpretes de la canción y el bolero en los años 60, 70 y 80 y hoy prácticamente olvidada, murió el miércoles en La Habana a los 86 años.
Pese a que la noticia no ha sido divulgada por ningún organismo oficial, diversos perfiles de especialistas, intelectuales y admiradores lamentan su fallecimiento.
La musicógrafa Rosa Marquetti la calificó de "una voz y una elegancia extraordinarias" que destacó como pocas en tiempos en los que había muchas cantantes excelentes.
"El recuerdo de su Aléjate y de tantos otros boleros nos ha acompañado todos estos años, aunque ella no haya sido recordada como se debía. Hoy Gina León ha partido de este plano terrenal para instalarse en esa dimensión donde están los notables", dijo en Facebook.
Nacida en La Habana en 1937, no recibió formación musical artística alguna. Como siempre le gustó cantar y tenía una hermosa voz de mezzosoprano, en 1956 se presentó en un programa de aficionados en la emisora Radio Popular, donde ganó el primer lugar, que le daba derecho a cantar los viernes en la radio.
Poco después debutó como profesional en el cabaret Monte Casino, y en 1957 viajó a Panamá donde actuó en el cabaret Bahía. Tras su regreso a Cuba, desarrolló una prolífica carrera por los centros nocturnos de La Habana, y en la televisión y la radio nacional.
Sin embargo, su consagración llegó en 1961 en el otrora lujoso cabaret Capri de La Habana, cuando tuvo que sustituir en el espectáculo Serenata Mulata a la gran Olga Guillot, tras su salida definitiva del país.
"Su gran proeza fue sustituir a Olga Guillot en la pista del Casino del Capri cuando la diva indiscutible del bolero debió partir para cumplir un contrato y no regresar jamás. Sería, sin dudas, el gran desafío de la recién llegada, pero sus muchos valores le asegurarían una victoriosa permanencia bajo la gran araña luminosa que presidía aquel escenario entonces elegante de lo que hoy es el Salón Rojo del hotel Capri..." , recordó Marquetti en un texto de homenaje en 2019.
"A partir de ahí consiguió consolidar e imponer un estilo de continuidad y excelencia, pero a la vez, muy personal y elevado, como para que nadie la imaginara seducida por la copia de quien era una cantante monumental: la Guillot. Gina León trascendió con rapidez la escena del cabaret para proyectar una huella importante en la historia mediática de la canción y el bolero en Cuba", añadió.
El dramaturgo y crítico Norge Espinosa Mendoza se refirió a una curiosidad que a partir de ahora une a estas dos grandes artistas cubanas.
"Como suelo decir que no creo en las coincidencias, hoy repito la frase al saber que justo en la misma fecha en que hace ya trece años falleció Olga Guillot, la Reina del Bolero, se despidió de este mundo la cantante Gina León", escribió Espinosa en su Facebook.
Según el intelectual, en el Capri Gina León encontró un escenario propicio para su talento. "Además de su voz y su impecable dicción, tuvo el respaldo de diseñadores, maquillistas y peinadores que redondearon su imagen, con un toque de elegancia que la identificaba como una cancionera a tono con la nueva sensibilidad que se iba imponiendo", detalló.
Tal fue el éxito de aquel primer show, que su productor concibió otro expresamente para ella: Me voy pa´ Brasil, con el que reeditó su triunfo. Bautizada como La dama del Capri, en 1962 grabó un disco de vinilo bajo el título de Gina canta en el Capri, con sus principales canciones.
Según recuerda un reciente artículo publicado en Radio Rebelde, por esos años comenzó una "enconada rivalidad" con Elena Burque, que también se iniciaba como solista.
"La Burque tenía mas condiciones, pero Gina era una mulata espectacular, con una imagen espléndida, impulsora de un alto moño en su pelo que rápidamente se convirtió en moda", precisa en texto.
En 1962, Gina fue invitada al Festival de Sopot, en Polonia, y de allí viajó a la antigua República Democrática Alemana, donde actuó en Berlín y otras ciudades. En 1987 volvió a Panamá en un espectáculo con Bobby Carcassés. En esa ocasión, el periódico La Estrella la calificó de "extraordinaria cantante cubana de los ritmos románticos", "con una voz tremendamente potente".
Entre sus más recordados éxitos están Eclipse, de Margarita Lecuona; Estar enamorado, de Adolfo Guzmán; Perdóname, de Felo Bergaza; Debí llorar, de Piloto y Vera, Qué te cuesta, de Ricardo García Perdomo, y su emblemática Aléjate, de Roberto Cantoral.
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