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A pocos días de cumplirse dos décadas de la partida física de Celia Cruz (1925-2003), el periodista José Díaz-Balart compartió algunas fotos del momento en que la Reina de la Salsa viajó a la Base Naval de Guantánamo, a inicios de la década de los 90 del pasado siglo.
"Con la gigante de Cuba, Celia Cruz, en la base naval de Guantánamo", escribió el periodista, que cubrió en ese entonces el acontecimiento noticioso.
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La visita de Celia a la Base Naval de Guantánamo, tras una invitación del Congreso de Estados Unidos para que cantase a un grupo de cubanos exiliados, recorrió el mundo, sobre todo porque sería la única vez que la cantante estaría tan cerca de su país natal, desde que se había marchado en los años 60 del pasado siglo, por estar en contra del rumbo que seguía la revolución de Fidel Castro.
"Es triste, ¿verdad? Pero es lindo estar aquí hoy", confesó la cantante poco después de llegar a ese territorio, ubicado en el extremo oriental de Cuba.
Su voz se extendió por cada rincón de la base militar estadounidense y puso a bailar a todos los que fueron testigos del histórico momento, disfrutando de su sabor y autenticidad.
Sin embargo, de la visita de Celia Cruz a ese enclave militar el momento más impactante fue justo cuando extendió su mano a través de la cerca perimetral y tomó un poco de tierra de la parte cubana, la depositó en un recipiente plástico y se la llevó consigo. La misma que pidió fuera depositada en su féretro, tras fallecer en Estado Unidos.
"Para mí fue muy impactante", reconoció el fotógrafo C.M. Guerrero, quien plasmó para la posteridad una instantánea que reflejó el dolor de la artista, al estar tan cerca y tan lejos del país al que nunca pudo regresar.
Esa fotografía sirvió a la cantante Albita Rodríguez para responder a Pitbull en redes sociales, tras una polémica sobre arte y política.
"Explícale a esta imagen que no se debe mezclar la música con la política", escribió Rodríguez en 2020.
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