La economía cubana cerró el 2022 con un crecimiento del 1.8 %, cifra que se quedó por debajo de lo proyectado en el plan anual.
Aunque este resultado representa una recuperación del 3.1 % desde el 2020, aún no se han alcanzado los valores registrados en el 2019, año previo a la pandemia del COVID-19, lo que indica una brecha del 8 por ciento, según datos presentados por el gobierno ante los parlamentarios cubanos.
La viceministra primera de Economía y Planificación, Leticia Morales, presentó los datos durante la reunión de las comisiones permanentes de trabajo de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), reportó la prensa oficialista.
El Producto Interno Bruto (PIB) del país alcanzó los 52 mil 245 millones de pesos, con un aumento inferior al 4 % pronosticado a principios del año y al dos por ciento ajustado en diciembre.
Las actividades con mayor impacto en el crecimiento fueron la hotelera, que experimentó un aumento del 193 %, así como la educación con un 52 %, el transporte con un 21.6 %, las comunicaciones con un 31.6 %, y la cultura y el deporte con un 12.5 %.
Por otro lado, las áreas que experimentaron un impacto negativo en la economía fueron: la agricultura, ganadería y silvicultura, que se contrajeron un 5.3 %, la industria manufacturera un 6 %, el comercio y reparación de efectos personales un 4.9 %, el suministro de electricidad, gas y agua un 13.2 %, y la salud pública y asistencia social un preocupante 16.6 %.
El hecho de que la economía no haya logrado recuperarse por completo y que se encuentre por debajo de las expectativas generadas a inicios del año ha generado inquietud entre los ciudadanos y expertos en economía, que incitan a replantearse las estrategias económicas del país.
El economista Pedro Monreal concluyó que "no hay salida" para la crisis de Cuba, ni indicios de la existencia de un programa coherente de política económica para resolverla.
"Las cifras informadas hoy a la comisión económica del parlamento son funestas y la discusión reportada fue balbuceante", escribió en Twitter.
Tras realizar un análisis sobre los efectos de la Tarea Ordenamiento, las consecuencias de políticas económicas nefastas y la falta de voluntad del gobierno y el estado cubanos pare revertir la crisis, concluyó que "el centro del combate contra la pobreza corresponde al mercado laboral para poder revertir los precios relativos actuales".
Asimismo, Monreal reiteró la idea de que privatizar la agricultura será la solución definitiva para la cisis alimentaria que sufren los cubanos.
La necesidad de encontrar soluciones para impulsar sectores clave, como la agricultura y la industria manufacturera, es evidente para lograr un crecimiento sostenible y mejorar la calidad de vida de la población. La situación económica actual representa un desafío importante para las autoridades cubanas, quienes deberán buscar medidas efectivas para estimular la economía y enfrentar los desafíos que impone el panorama internacional.
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