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Varios cubanos denunciaron los elevados precios de los productos agropecuarios en la capital de la isla, donde un boniato puede llegar a costar 70 pesos (CUP) y un pepino 80.
"Un boniato 70 CUP y 25 el más pequeño, un pepino 80 CUP, un aguacate 120 o 150 CUP. ¿Quién pondrá freno a esto?¿Cuánto costarán el mes que viene estos productos?", cuestionó en una publicación de Facebook el internauta Carlos Felipe Caula, residente en La Habana.
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Varios internautas confirmaron que una incluso una malanga costaba 100 CUP y un pan de molde en un negocio particular 900 CUP, precios que afectan especialmente a los jubilados.
"Por Dios hasta cuándo, ya es demasiado abuso con el pueblo de Cuba", se quejó un forero.
Este miércoles el propio régimen reconoció el fracaso de sus políticas para controlar la inflación y dijo que los precios se han disparado en un 45% en comparación con igual periodo de 2022.
El ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, explicó ante la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento que las medidas adoptadas para el control de precios han sido desastrosas y que esto impacta en la población y su poder adquisitivo.
El índice de precios al consumidor registró al cierre del año 2022 un crecimiento de 39% y desde inicios de año se muestra un crecimiento de los precios de 18%, señaló.
Pero la situación es peor si comparamos el alza con igual periodo del pasado año (enero a julio): los precios han aumentado un 45%, comentó el funcionario.
Sin embargo, Regueiro Ale se negó a reconocer que la situación se agravó tras las políticas económicas implantadas en Cuba en 2021 y achacó la inflación desenfrenada al embargo estadounidense y a que la nación caribeña tiene “una economía abierta que no escapa a la difícil situación internacional caracterizada por el incremento de los costos”.
El régimen registró una inflación anual cercana al 87% al cierre de mayo, y ante el fracaso de las medidas para erradicar el problema ahora propuso otro paquete, que incluye “fortalecer a nivel de Gobiernos locales, el sistema de trabajo para el seguimiento y control de los precios en todos los sectores de la economía, estatal y no estatal”.
Mientras el régimen hace "creativas propuestas" para erradicar el alza de precios la población sigue padeciendo escasez de alimentos y el encarecimiento de los productos de primera necesidad.
En ese contexto miles de cubanos se han sumado a la línea de la extrema pobreza, varios de ellos se han desmayado en plena calle a consecuencia del hambre y la desnutrición, y crece la mendicidad y la violencia asociada al robo en todo el país.
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