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Una madre y una hija de origen salvadoreño, dueñas de Las Palmitas Mini Market, serán bonificadas con un millón de dólares luego de vender el boleto que en la noche del miércoles ganó 1,080 millones de dólares, el tercer premio más grande en la historia del Powerball en Estados Unidos.
El pequeño negocio, que vende snacks, bebidas frías y otros artículos de minimercado está ubicado en Skid Row, un barrio del centro de Los Ángeles -conocido oficialmente como Central City East- que concentra una de las poblaciones más grandes de personas sin hogar en Estados Unidos.
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Aunque de momento se desconoce quién fue el afortunado ganador, las dueñas de Las Palmitas creen que debe ser alguien de origen latino, pues aseguran que la mayoría de sus clientes habituales son de origen hispano.
Las propietarias del negocio explicaron en declaraciones a la prensa local que se enteraron de que allí se había vendido el boleto ganador porque la familia fue recibida por una multitud de cámaras cuando llegaron a trabajar.
María Leticia Menjívar, de 50 años, abrió el negocio en 2017 y su esposo Nabor Herrera, quien es de origen mexicano, se desempeña como gerente del mercado.
Angélica Menjívar, de 35 años y copropietaria del negocio, cuenta que al principio no podía creer la noticia. "Nos sentimos muy agradecidos y felices", dijo.
Cuenta que después que la familia emigró a California desde El Salvador ella le dijo a su madre que si querían tener éxito, tendrían que abrir un negocio, algo que hicieron hace siete años.
“Somos inmigrantes, y nuestra familia ha hecho que el negocio sea un éxito, y hemos hecho de este nuestro sueño. Demostramos que es posible que cualquiera lo logre", explicó ante el sueño materializado de que la tienda recibirá un bono de un millón por vender el boleto ganador.
La familia explicó que lo más probable es el dinero del bono se guarde en una cuenta de ahorros para asegurarse de que los nietos de María Leticia Menjívar puedan ir a la universidad.
Alva Johnson, directora de la Lotería del Estado de California, visitó la tienda junto a media docena de otros funcionarios de la Lotería, que sostuvieron dos réplicas de cheques frente a la tienda.
Johnson explicó que si una persona cree que es la ganadora, debe firmar inmediatamente el reverso del boleto, guardarlo en un lugar seguro y luego llevarlo a la oficina del distrito de lotería más cercana.
Una mujer que aseguró haber comprado el billete premiado se presentó este jueves en la tienda visiblemente emocionada, aunque las autoridades aclararon que el proceso de identificar al ganador del premio toma tiempo y aún es muy pronto para determinar quién fue.
El ganador podrá elegir entre recibir 1,080 millones pagados en incrementos anuales, o bien 558,1 millones de dólares en un único pago antes del cobro de impuestos.
La cifra en juego fue la tercera más grande en la historia de ese popular juego de azar, solo por detrás del premio de 1,586 millones sorteado en enero de 2016 y el de 2,040 millones que encontró dueño hace apenas ocho meses, también en California.
Un exmecánico y aspirante a arquitecto de 30 años y origen hispano, Erdwin Castro, se convirtió en noviembre de 2022 en el ganador del premio más grande jamás pagado en cualquier lotería del mundo.
Castro ganó 2,040 millones de dólares con un boleto que adquirió en una gasolinera Joe's Service Center, en Altadena, una localidad de Los Ángeles, California, de poco más de 42 mil habitantes. En ese caso el afortunado se quedó con 997,6 millones tras elegir el cobro único del premio.
Las escasas opciones de acertar el premio mayor de Powerball, que es de una entre 292,2 millones, están diseñadas para acumular grandes sumas que atraigan a más jugadores.
La última vez hubo ganador antes de este miércoles fue justo hace tres meses, el 19 de abril, cuando un boleto vendido por 252,6 millones en el estado de Ohio fue el afortunado del premio más jugoso del popular juego de azar.
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