Las autoridades cubanas le vendieron huesos de vaca al pueblo en Las Tunas, según denunció un residente de la ciudad que mostró en Internet el momento en que el camión de la empresa descargaba la carga en una carnicería estatal.
"Las Tunas. Al pueblo lo que le toca de las vacas son las costillas y los huesos", comentó en su cuenta de Twitter el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH).
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En el video grabado, se ve a varios trabajadores, sin guantes ni ningún otro medio higiénico, bajando la mercancía en una caja a la misma calle.
"Están distribuyendo en la carnicería del Estado costillas de vaca para el pueblo, pero son huesos. Esos no cuentan nada de carne, simplemente para lo único que sirve es para la sustancia. Esas costillas totalmente las rasparon con una cuchilla", dijo.
El denunciante explicó que el pueblo tiene que ir a comprar esos huesos porque son el único alimento que puede obtener más barato, porque en las mipyme los precios son muy altos.
Otra residente en la provincia oriental, identificada como Ileana P, mostró una foto de la "carne" que vendió el Estado en el consejo popular de Las Tunas.
"¿A que no saben qué precio tienen estos huesos putrefactos para los cubanos? ¿Les gustaría vivir esto en Puerto Rico con el socialismo comunismo que ofrece el PIP/MVC?", preguntó.
Hace unos 10 días, vecinos del reparto Kilo 12, en Sancti Spíritus, mostraron preocupación por la calidad de las costillas de res que vendió el gobierno local, sin respetar las normas de higiene y conservación de los alimentos.
Los costillares fueron descargados en la carnicería, en medio de un intenso calor y con moscas revoloteando por encima.
"Están muy pelados, se ve que le quitaron todo lo que pudieron para luego vendernos a nosotros los huesos nada más", lamentó una vecina llamada Hortensia.
La carnicería, que tiene problemas de refrigeración, tuvo que comenzar la venta casi de manera inmediata.
Esta vergonzosa situación, de vender huesos sin carne a la ciudadanía, ha sido denunciada en numerosas ocasiones por la población.
En diciembre del año pasado, el periodista José Luis Tan Estrada criticó la venta de huesos en una tienda estatal de Camagüey.
"¿Cómo se puede ir a otro país a dar una conferencia sobre seguridad alimentaria y nutrición, mientras a tu gente les das sobras?", cuestionó.
Situación similar se reportó meses antes en Banes, Holguín, donde las autoridades locales vendieron patas de vaca y picadillo sin respetar las normas de seguridad alimentaria.
"Si aquí están los huesos ¿dónde está la carne? ¿La carne de la vaca estará guardada en los hoteles de Guardalavaca?", se preguntó en Twitter el periodista cubano José Raúl gallego.
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