Osvel Pérez Mantilla, un cubano sobre el que pesaba una orden de deportación (I-220B) desde Estados Unidos, fue detenido este viernes cuando se presentó a su cita con ICE en la oficina de Miramar, en el condado de Broward.
Previamente Pérez Mantilla había manifestado en entrevista para America Tevé, sus temores de quedar detenido durante su cita de inspección anual, algo que, lamentablemente, acabó confirmándose.
Su cita inicialmente para enero de 2024 pero hace 10 ó 12 días le avisaron que se presentara en la oficina de ICE en Miramar el 27 de julio. Sin embargo, ese día lo mandaron de vuelta a casa y le dijeron que debía regresar el 28, fecha en que finalmente quedó detenido.
Visiblemente afligida, su esposa, Darelys Hernández, relató cómo Osvel fue retirado de la fila cuando un oficial de Inmigración miró sus papeles. Lo hicieron entrar al edificio y no salió más.
"Se lo llevaron preso y no sabemos si lo van a deportar, no sabemos nada”, dijo Darelys.
“Han deportado a todos estos muchachos por gusto”, añadió la mujer, cuya preocupación más grande es que a su esposo lo puedan deportar en el que se convertiría en el quinto vuelo de retorno de migrantes a la isla.
“En Estados Unidos nunca se han visto esto. No dividen familias”, dijo Ana Rodríguez, familiar de un cubano deportado hace pocos días.
“Mi proceso ha sido bien difícil. Yo estuve en Lousiana detenido casi dos años, ahí perdí el asilo y salí con un I-220B, salí con un grillete, estuve cinco meses con un grillete. Me presenté a las huellas y me quitaron el grillete y desde entonces vida normal”, explicó Osvel minutos antes de entrar a las instancias de ICE en Miramar.
En sus declaraciones previas al citado medio de prensa, Osvel Pérez Mantilla aseguró que un juez le dijo que en Cuba no había dictadura porque Fidel Castro murió y Barack Obama había retomado relaciones con la isla durante su gobierno.
“Desde que llegué a este país estoy trabajando, desde que tengo los papeles y me dieron el permiso de trabajo”, aseguró Osvel, que como otros muchos cubanos sobre los que pesa una orden de deportación se preguntan por qué algo tan malo les está pasando ellos.
El 20 de julio arribaron un total de 33 cubanos deportados a La Habana en el cuarto vuelo de deportación procedente de Miami en lo que va de año.
El nuevo vuelo deportación tuvo lugar a casi un mes del tercero, pues el pasado 22 de junio el gobierno de Estados Unidos repatrió a un grupo de 36 ciudadanos.
El gobierno de Estados Unidos ha devuelto hasta el momento un total de 258 cubanos desde que se reanudaron los vuelos de ICE a finales de abril.
Los deportados son cubanos que habían perdido sus entrevistas de miedo creíble al entrar al país y habían recibido un documento I-220B (orden de deportación), aunque se mantenían en libertad bajo supervisión.
Las operaciones de deportación se suman a las medidas de emergencia aplicadas por la administración de Joe Biden para controlar el flujo descontrolado de inmigrantes cubanos por la frontera sur de EE.UU. y las costas de Florida.
Las autoridades han incrementado las detenciones de inmigrantes con 1220B cuando comparecen a citas en las oficinas de ICE.
Aunque todas las historias son tristes, hay algunas especialmente conmovedoras, como la del niño de 10 años que arribó a Florida procedente de Cuba a finales del pasado año para reunirse con su papá, con tan mala suerte que el padre del menor fue detenido en junio y deportado ahora en julio.
Otro caso dramático es el de un joven, también deportado este mes, que no pudo conocer a su bebé, nacida a finales de junio.
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