El economista y exprisionero político Vladimiro Roca Antúnez, figura insigne de la oposición en Cuba, falleció este domingo en La Habana a los 80 años como resultado de una afectación cerebrovascular.
El deceso de Roca se produjo al filo de las 6 p.m. en su apartamento de Nuevo Vedado, donde se encontraba al cuidado de su sobrina, Vivian Roca. Sufrió un paro cardiorespiratorio como secuela de un infarto cerebral que tuvo en 2020.
“El estaba muy mal desde hacía meses, le repetían con frecuencia los pequeños infartos cerebrales y había perdido la memoria”, dijo Vivian Roca en comunicación telefónica con CiberCuba.
Con la muerte de Vladimiro Roca desaparece una personalidad emblemática de la disidencia política que enfrentó al régimen de Fidel Castro, defendiendo sus diferencias desde posturas de izquierda que forjó en el seno de la tradición familiar.
Nacido en La Habana el 21 de diciembre de 1942, Vladimiro era hijo de Blas Roca, dirigente fundador del Partido Socialista Popular (PSP) y quien se mantuvo en la cúpula del poder revolucionario hasta el final de su vida. Realizó sus estudios primarios en una escuela primaria del barrio de La Víbora y al terminar la enseñanza secundaria se incorporó como aprendiz de cajista en el periódico Hoy, órgano del PSP.
A los 18 años formó parte de la primera promoción de una élite de jóvenes seleccionados para entrenarse como pilotos de cazabombarderos en la Unión Soviética. A su regreso, se mantuvo dentro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba (FAR) por 10 años.
Se graduó de la licenciatura en Relaciones Económicas Internacionales en el Instituto Superior "Raúl Roa" en 1987 y trabajó en las esferas del gobierno hasta que sus diferencias con el rumbo político del país se hicieron irreconciliables.
Vladimiro manifestó sus discrepancias con los postulados de la Constitución socialista que su propio padre contribuyó decisivamente a instaurar en 1976 como presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Su disidencia activa se hizo ostensible en 1991, cuatro años después del fallecimiento de su padre, que fue enterrado con honores en el Panteón de El Cacahual junto a los restos del prócer independentista Antonio Maceo.
Despedido de su empleo gubernamental, Vladimiro comenzó a expresar públicamente su oposición. En 1996 figuró entre los fundadores del Partido Socialdemócrata de Cuba y, un año después, participó en la creación del Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna, que pretendía analizar y proponer soluciones a la crítica situación económica del país.
Unido a otros tres pensadores distanciados del oficialismo, Martha Beatriz Roque, René Gómez Manzano y Félix Bonne Carcassés (1939-2017), elaboró y firmó el documento La patria es de todos, un demoledor examen del descalabro económico y social de Cuba, con propuestas para una reforma democrática y pluripartidista.
Concebido para discutir entre la población a propósito del V Congreso del Partido Comunista, la publicación del documento encolerizó a Fidel y Raúl Castro, y determinó el arresto de sus promotores en 1997. Vladimiro y sus compañeros fueron juzgados por delitos “contra de la seguridad nacional del Estado cubano" y "sedición", y sentenciados a penas de cárcel de entre tres y cinco años.
Cumplió prisión hasta 2002 y se mantuvo activo en labores del activismo político y la defensa de los derechos humanos en Cuba. Ninguno de los cuatro firmantes de La patria es de todos abandonó el país tras cumplir sus respectivas condenas.
En 2010, estuvo entre los activistas que logró viajar hasta Banes, en la oriental provincia de Holguín, para participar en las exequias del opositor Orlando Zapata Tamayo, fallecido en una heroica huelga de hambre para reclamar libertad para los presos políticos.
Lo sobreviven su hermano Francisco y varios sobrinos. Sus hermanos Lidia y Joaquín fallecieron en años recientes.
Su sobrino Lázaro Yuri Valle Roca, activista y periodista independiente, cumple actualmente una condena de seis años de prisión por supuestos delitos de propaganda enemiga y resistencia.
"Quisiera que lo recordaran como él fue, por lo que luchó y por sus ideales", dijo Vivian Roca. "Para mí fue mi tío querido y mis recuerdos y mis anécdotas con él son inolvidables".
Por decisión familiar, el cadáver de Vladimiro será cremado en las próximas horas. No están previstas honras fúnebres.
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