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Ernesto González, un adolescente cubano de 16 años que reside en Ciego de Ávila y sufre una discapacidad mental, continúa desaparecido desde hace un mes y medio, según fuentes familiares.
“Si alguien ve a este niño por favor llamar al 53156144, lleva perdido desde el 16 del mes pasado, se llama Ernesto y todo este tiempo ha estado sin medicación”, dijo en días pasados en una publicación en Facebook su tío Pablo Amador Rodríguez.
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Ese día, 26 de julio, el menor cumplía años. “Hoy es su cumpleaños y los familiares estamos desesperados. Dios nos ayude a encontrarlo pronto”, escribió Pablo, expresando el estado de incertidumbre y consternación de la familia.
Consultado por CiberCuba este martes, el tío confirmó que el niño continúa en paradero desconocido. “Nadie sabe nada. La policía no sabe nada, ni pueden hacer nada. Esto es una locura”, lamentó Pablo.
La noticia de la desaparición de Ernesto trascendió en redes sociales días después del 16 de junio, fecha en que salió de su casa en la comunidad de Los Hoyos, próxima a Campo Hatuey, en el municipio Majagua. El adolescente fue visto por última vez cuando salió a cortar marabú para un horno, cerca de su casa.
Las publicaciones de varios familiares alertaron entonces que Ernesto tiene “problemas mentales” y resultaba riesgosa su ausencia del hogar, sin recibir los medicamentos que necesita para tratar su padecimiento.
El menor salió de su domicilio vestido con un pantalón negro, camisa de mezclilla y una gorra amarilla, y afirmó que regresaba a casa después de la faena, pero al parecer tomó otro camino, señalaron entonces sus allegados.
De acuerdo con los comentarios a las publicaciones realizadas entonces, desde el primer día se revisaron más de seis kilómetros de la zona por numerosas personas y se ha ampliado el área de la búsqueda, sin resultados.
Un mes y medio después, la familia de Ernesto sigue clamando por ayuda para encontrarlo y las autoridades no tienen respuesta sobre su paradero.
Las desapariciones de personas en Cuba se difunden habitualmente a través de las redes sociales, debido a la ausencia de un canal oficial donde hacer públicos los casos.
Plataformas digitales y medios independientes se hacen eco de las denuncias de familiares y allegados de los desaparecidos, lo que ha contribuido en no pocos casos a que sean encontrados, ante la falta de acción o la demora de la Policía para resolver los casos.
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