Niños cubanos avistaron un manatí que nadaba en el río Almendares, bajo el puente de hierro de La Habana, y captaron hermosas imágenes del animal.
Sin embargo, en medio de la crisis alimentaria en la isla, varias personas han mostrado preocupación por la suerte del apacible visitante, y pidieron a los residentes en la zona que "no se lo coman".
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El internauta identificado en Facebook como Abelardo Betancourt Cobas publicó en el grupo Fotos de La Habana las instantáneas, donde puede verse al manatí relajado sobre las turbias aguas del río Almendares.
"Niños descubren manatí en el puente de hierro del Vedado", explicó en la red social.
Varios cubanos comentaron la publicación y afirmaron que en medio de la crisis de alimentos en la isla la vida del manatí corría peligro. "Pobre animalito, ahorita se lo comen", "Ojalá lo salven antes que se lo coman o se infeste con esa agua tan contaminada", fueron algunas de las publicaciones.
Otros recordaron que esta especie autóctona de la fauna cubana que se encuentra en peligro crítico de extinción "está protegida y su pesca prohibida".
El avistamiento de manatíes no es común en la isla, donde han crecido las alarmas por los temores a que este increíble animal de la fauna marina desaparezca.
El pasado año una familia de manatíes fue avistada en el río San Juan, en la provincia de Matanzas, lo que llamó la atención de residentes en la zona.
También un manatí de gran tamaño fue avistado en la zona de pesca de Santa Cruz del Norte, en la provincia Mayabeque.
En 2021 se reportó el avistamiento de un ejemplar en Santa Fe, en La Habana.
"El Manatí Antillano (Trichechus manatus) es la especie más sui géneris que habita las costas de Cuba. Puede alcanzar hasta 4 metros de longitud y un peso máximo de 1,500 kg. Avistarlo es un privilegio para cualquier cubano", señaló hace dos años el botánico y ambientalista cubano Alejandro Palmarola.
Las costas de La Habana han sido históricamente zonas de avistamiento natural para esta especie, por lo que los manatíes "no están ni perdidos, ni enfermos, están en CASA", dijo.
Los especialistas cubanos indican que la disminución de las actividades humanas en las zonas costeras durante la pandemia de Covid-19 fue favorable para que muchas especies vuelvan a sus sitios naturales o simplemente sea más fácil verlas.
"Es cierto que una de las principales amenazas de esta joya de la fauna cubana ha sido históricamente su caza ilegal. Por tanto, debemos estar alertas", señalaron.
Las personas que tengan la dicha de ver un manatí no deben intentar tocarlo, acecharlo, golpearlo o hacerle daño. Tampoco nadar sujetándolo ni montar en su lomo. No se le debe ofrecer alimentos o agua y muchísimo menos, propiciar que se separen las madres de sus crías, explicaron.
Lo recomendable al observar un manatí es mantenerse a distancia y respetar el comportamiento natural del animal. Si se detecta su presencia desde una embarcación, lo mejor es detener la marcha o reducir la velocidad si se va en sentido paralelo, porque muchos de estos animales sufren heridas por motores de embarcaciones.
Se pueden fotografiar y grabar sin necesidad de tocarlos ni agredirlos.
Los especialistas indican que tocar a los manatíes puede causar que "se acostumbren a los seres humanos y no todas las personas que se interesan en ellos lo hacen con buena intención. Los cazadores furtivos se parecen a ti y él no sabe diferenciar. El 'miedo natural' protege a los manatíes de estas personas".
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