El Centro Fidel Castro Ruz ofrece "cursos de verano" para niños, en un afán de adoctrinamiento para que los más pequeños se sumerjan en la vida del dictador que se perpetuó en el poder en Cuba por más de medio siglo.
En la sede del centro, en el Vedado, en una lujosa mansión restaurada en las intersecciones de las calles Paseo y 11, los niños cubanos reciben talleres y actividades relacionadas con Castro.
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Dentro del taller "La forja de un líder" visitaron la Oficina de Asuntos Históricos de la Presidencia de la República de Cuba y conocieron sobre "la historia del inmueble, la creación de la oficina y algunos de los documentos que se conservan".
En la actividad "El Fidel que ellos conocen", los pequeños debieron dibujar al dictador en el taller conducido por la Casa Editora Abril y a través de las revistas Zunzún, Pionero y Chamaquili "profundizaron su conocimiento".
En medio de las actividades de adoctrinamiento, los niños son atraídos con música, circo y presentaciones que pretenden divertirlos mientras son inundados con información sobre el fallecido gobernante.
Muchos padres, en un caluroso verano con pocas opciones de entretenimiento para los niños y con precios altísimos en los parques de atracciones, optaron por inscribir a sus hijos en los talleres promovidos como parte del aniversario 97 del nacimiento de Castro.
"Excelente, un gran momento de alegría y distracción para los peques y los que no somos ya, pero que reímos a carcajadas igual con las travesuras. Me encantó. Gracias a todos los organizadores y las personas que tienen la responsabilidad de esta brillante idea", expresó una internauta.
En noviembre de 2021, el régimen cubano inauguró el Centro Fidel Castro Ruz, al cumplirse cinco años del fallecimiento del político.
La institución fue autorizada con carácter excepcional por la Ley 123 de la Asamblea Nacional del Poder Popular de 2016 “Sobre el uso del nombre y la figura del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz”, aun cuando este había expresado el deseo de que su nombre no figurara en nada después de su muerte.
El propósito fue solo uno: promover el estudio y difusión de su pensamiento y obra.
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