Anoche, ante los Gigantes, el guantanamero Julio Pablo Martínez pudo cumplir su sueño de llegar a Grandes Ligas, luego de cinco largos pero fructíferos años en el sistema de Menores de los Rangers.
El muchacho alineó como jardinero izquierdo y sexto en el line up, y gozó la apretada victoria de su equipo (2x1) en un choque donde su compatriota Aroldis Chapman se encargó de un escón de ponchados para preservar el score en el octavo inning.
Falló tres veces -todas ante el veterano Ross Stripling- y le dieron una base por bolas en la última visita al home plate, actuación que curiosamente resultó idéntica a la del también cubano Adolis García, un consagrado. O sea, que no le fue de maravillas. Sin embargo, este viernes, para él, lo que importaba más era entrar al diamante y saberse -por fin- ligamayorista.
Tras su arribo en 2023 al nivel AAA, Martínez probó que estaba listo para exigencias superiores al lograr average de .312 con OBP de .427 y slugging de .565, más 12 jonrones y 55 remolques. Texas, que lidera el oeste de la Liga Americana, no lo pensó dos veces para añadir poder de fuego, y por eso lo promovió hace un par de días al primer equipo.
Así, el oriundo de Baracoa se convirtió en el vigésimo séptimo pelotero nacido en Cuba que interviene este año en el campeonato del mejor béisbol del mundo. Ahora falta que logre mantenerse a ese nivel.
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