Un cubano denunció el peloteo que sufrió en un hospital de Holguín, donde tuvo que caminar durante más de una hora para encontrar un especialista, para finalmente ser atendido a medias, pues no había insumos para darle un diagnóstico.
Evert Oscar, periodista independiente y activista por los derechos humanos, relató su experiencia el martes en el Hospital General Guillermo Luis Fernández, en Moa, que atiende a pacientes de ese municipio y de Sagua de Tánamo, Frank País y parte de Baracoa.
"Di tumbos y traspiés para localizar un especialista en ortopedia que me indicase un rayos X para ajustar un diagnóstico respecto a mi lesión en el pie derecho", señaló en su Facebook.
"Después de hora y media de peloteos y bolas escondidas, di con la ubicación del médico de guardia y me explicó que no había material del tamaño requerido para realizarme la placa, y que a ojo, no tengo fractura, que mucho hielo y reposo, porque el analgésico y el antinflamatorio que me recetó a instancia mía, son de improbable existencia...", detalló.
Evert añadió que no se sorprendió al constatar que en el hospital no había de nada, solo lindas puertas que conducen a consultas sucias, mohosas y desprovistas de insumos y material estéril.
También advirtió que el escaso personal debe pagar 15 pesos por almorzar un "agua de picadillo", y entendió la desmotivación de los trabajadores del sector.
"Un pinchazo en una nalga para menguar el dolor. La sonrisa gentil de la enfermera de turno con la jeringa benefactora. La vergüenza del doctor y su resignación a tolerar mi inconformidad evitando mis ojos. Ese fue el saldo de mi involuntaria visita. Al menos no salí peor que como entré", subrayó.
Son frecuentes en Internet ver denuncias del trato que reciben los enfermos en los hospitales de Cuba, donde a la escasez de medicinas e insumos se suma muchas veces el maltrato y la desidia de los especialistas.
La semana pasada, el periodista José Luis Tan Estrada denunció la pésima atención del Hospital Pediátrico de Camagüey, adonde fue con su hermano para unos análisis, y debieron hacer una enorme fila en el cuerpo de guardia porque había pocos médicos.
"El niño seguía con las taquicardias, mi mamá desesperada, pide que lo vea un especialista. Para 'sorpresa', no hay cardiólogo de guardia, tiene que ser muy urgente para mandarlo a buscar, si no, sacar turno o ingresarlo para que lo atiendan", refirió.
Las respuestas del personal de salud eran hechas de forma "insensible", "sin ética y profesionalidad".
Al realizarle los análisis, además, en el laboratorio la jefe del lugar estaba de mal carácter con "pocas ganas de explicar y hablar".
"Ante tanta frialdad por parte de quienes tienen que demostrar amor, tuvimos que recurrir a los 'petates', un recurso sin técnica periodística, sin pelos en la lengua, al directo, alzando un poco la voz de forma imperativa, usamos los que no tenemos 'padrino', para poder resolver algo", precisó.
A finales de julio, una cubana denunció la pésima atención médica en un hospital a un hombre accidentado en La Habana.
Según contó una internauta en el grupo de Facebook "ACCIDENTES BUSES & CAMIONES por más experiencia y menos víctimas!", tras socorrer a un hombre herido en un accidente y llevarlo al Hospital Militar Dr. Carlos J. Finlay, de Marianao, el lesionado recibió "un trato de perros" en el centro.
El testimonio refirió que el hombre conducía una moto y se estrelló contra un auto, y quedó con la mandíbula desprendida.
Pero en el hospital no había ni analgésico para calmar el dolor, y ni el médico jefe de guardia ni el máxilo facial estaban.
"No dejaban entrar a mi esposo al hospital porque andaba en short. Señor mío, nosotros no veníamos a un hospital, estábamos auxiliando a un ser humano, cuánta ignorancia, por Dios", escribió.
Tanto el herido como los que lo ayudaron, recibieron "las peores de las atenciones", "un trato de perros de unos médicos, si así se pueden llamar", dijo la mujer, que los tildó de "déspotas y groseros".
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