Un activista político cubano denunció la muerte de pacientes por falta de medicamentos en la sala de terapia intensiva del Hospital General Universitario Dr. Gustavo Aldereguía Lima de Cienfuegos.
Raúl González, quien lleva días ingresado por una dolencia cardiaca, hizo una directa en su Facebook en la que reveló que el jefe de sala fue hasta su cama solo para acusarlo de que él "estaba metiendo en candela la sala" por sus denuncias en Internet.
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"Yo no estoy metiendo en candela a nadie, solamente estoy denunciando la falta de medicamentos y las personas que están muriendo, porque murió un señor frente a mí por falta de atención médica, porque yo estaba aquí", subrayó.
González añadió que además de la falta de medicinas, la sala no cuenta con los monitores que deben registrar los datos de los pacientes, y que los baños son una pocilga por la total falta de higiene.
El activista, coordinador de la organización Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y promotor de la plataforma Cuba Decide, detalló que su estado de salud ha empeorado porque le han negado atención como represalia a su actividad política, y afirmó que muchos doctores se prestan a hacerle el juego a la dictadura.
"No tengo ninguna asistencia médica, porque son unos asesinos y unos dictadores, que se está muriendo la gente aquí", subrayó.
En otro post, el opositor relató que el miércoles por la noche sufrió un fuerte dolor en el pecho, además de varios vómitos por una úlcera y gastritis medicamentosa que padece. El médico le indicó un fármaco por vía intravenosa, pero en la sala le dijeron que no lo había. Al día siguiente su esposa comprobó que sí estaba disponible, tal como mostró él en un video.
"Los medicamentos que me indican sí los tienen y me los están negando para que yo muera. Por lo cual hago responsable al personal de la sala (que no son todos), que están manipulados por la Seguridad del Estado, que es quien los manda a que actúen así contra mi persona, a la mismísima Seguridad del Estado y a la tiranía Castro-Canel de lo que pase con mi vida", señaló.
La semana pasada, el expreso político denunció la falta de medicamentos para aliviar el dolor en el Hospital Gustavo Aldereguía, y que el dolor se le quitó solo porque no había nada para inyectarlo.
"Me están asesinando lentamente, la dictadura me está asesinando aquí. De esta yo no salgo, de aquí es para el cementerio", agregó.
Esta misma semana, otro activista por los derechos humanos en Cuba denunció el peloteo que sufrió en un hospital de Holguín, donde tuvo que caminar durante más de una hora para encontrar un especialista, para finalmente ser atendido a medias, pues no había insumos para darle un diagnóstico.
Evert Oscar, periodista independiente, acudió al Hospital General Guillermo Luis Fernández, en Moa, donde tuvo que dar tumbos y traspiés para localizar a un ortopédico que le indicase una prueba de rayos X en el pie derecho, donde tiene una lesión.
"Después de hora y media de peloteos y bolas escondidas, di con la ubicación del médico de guardia y me explicó que no había material del tamaño requerido para realizarme la placa, y que a ojo, no tengo fractura, que mucho hielo y reposo, porque el analgésico y el antinflamatorio que me recetó a instancia mía, son de improbable existencia...", detalló.
Evert añadió que no se sorprendió al constatar que en el hospital no había de nada, solo lindas puertas que conducen a consultas sucias, mohosas y desprovistas de insumos y material estéril.
En junio, un cubano denunció la mala atención médica que le daban a su esposa embarazada en el Hospital General Docente Enrique Cabrera Cossío de La Habana, conocido como Hospital Nacional, donde fue ingresada con neumonía.
Según relató, los médicos querían enviarla para un hospital de COVID; después le dieron un antibiótico, y esa misma noche le querían dar uno distinto.
"Los médicos de este país te matan y no pasa nada", aseguró en Facebook Yancarlo Ventura.
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