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Uno de los triplistas que saldrán mañana en busca de superar la clasificatoria del Campeonato Mundial de Atletismo que está a punto de arrancar en Hungría, el habanero Cristian Nápoles, asegura sentirse confiado de cara a una jornada donde el mínimo exigido para asegurar la permanencia será de 17,15 metros.
"Me siento tranquilo y en buena forma", le dijo al sito Jit. "Con mi entrenador me he propuesto mejorar o al menos estar en el entorno de mis anteriores citas mundiales".
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El oriundo de Marianao ha intervenido previamente en dos citas planetarias, con cosecha de un cuarto lugar en Londres 2017 (saltó 17,16 metros) y un quinto en Doha 2019 (17,38, su tope personal).
"No me presiona la eliminatoria. Generalmente busco un buen primer salto que me asegure. Hasta ahora no he pasado sustos en ese sentido", comentó.
Nápoles peleará su pasaje a la fase decisiva en un grupo donde lo acompañarán dos de los favoritos, el cubano nacionalizado portugués Pedro Pablo Pichardo -titular olímpico y del orbe- y el burkinés Hugues Fabrice Zhango, bronce en Tokio 2020.
Ello, sin embargo, parece no importarle mucho al atleta de 24 años. "Yo compito por hacerlo mejor", aseguró.
En el certamen de Budapest habrá otro representante en el triple varonil cubano, el guantanamero Lázaro Martínez, titular en la cita universal bajo techo del año pasado.
Huérfano de figuras del calibre de glorias pasadas como Javier Sotomayor, Iván Pedroso, Ana Fidelia Quirot o Yipsi Moreno, el atletismo cubano llega a la cita magyar con muy escasas aspiraciones de podio: ahora mismo, casi todas se centran en lo que puedan hacer los triplistas referidos, así como las muchachas de la misma especialidad, Leyanis Pérez y Liadagmis Povea.
Por cierto, la delegación insular al evento ya sufrió la baja del martillista Yasmani Fernández, el cual abandonó el grupo en París.
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