Son muchos los que opinan que La Diosa no tenía necesidad de emigrar porque en Cuba vivía como quería, algo que nunca ha negado, pues tenía una buena casa, carro y una posición económica mejor que muchísimos cubanos.
En una entrevista con el peleador cubano Gustavo Trujillo para su podcast en YouTube “Moliendo Chatarra”, la cantante contó en confianza cómo logró comprarse en Cuba una casa grande como la que tenía.
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A diferencia de lo que algunos pudieran pensar, la artista pudo hacerlo luego de vender la casa de su mamá en San José de las Lajas, que ya no podía vivir sola y necesitaba cuidados, y la suya en Lawton. Unió ese dinero y así pudo comprarse la casa en la que vivió hasta salir de Cuba.
“Yo no era una mujer pobre, muriéndome de hambre, y gracias a Dios. Yo siempre fui una mujer de posibilidades, pero no porque nadie me lo regalara. Yo me lo buscaba, vendí p* cantidad”, dijo sin tapujos refiriéndose a los consoladores que vendió para ganar dinero.
La intérprete de “Me dio la gana” confesó sin ningún tipo de vergüenza que viajaba a República Dominicana, compraba consoladores y los vendía en la isla.
“Eso no me hace sentir mal, yo hice mucho dinero con eso, muchísimo (...) De mí pueden decir lo que quieran, pero yo soy una luchadora y madre hasta atrás, por mis hijos lo que sea”, aseguró La Diosa.
La artista también tenía un contrato de exclusividad con la disquera alemana Ambos Media y percibía dinero mensualmente, algo que la ayudó sobremanera.
“Ahora ni con ese dinero se vive en Cuba, pero en ese tiempo sí”, aclaró la cantante. “Lo único que estaba mal en mi vida era fucking dictadura”.
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