Vídeos relacionados:
Una raya venenosa perforó con su aguijón la espalda de una mujer que nadaba en Apollo Beach, en el condado de Hillsborough, Florida.
Kristie O'Brien, la víctima, estaba en la playa Bahía de Ruskin con su esposo cuando la espina de la mantarraya penetró en su espalda y llegó muy cerca del pulmón, según informó Fox 13 News.
Lo más leído hoy:
"En cuanto caí al agua, sentí como si me hubiera picado algo", dijo O'Brien a la prensa.
Cuando se inclinó hacia delante para salir del agua, su marido se horrorizó al ver la escena: una raya viva colgando de la espalda de O'Brien, con su venenosa espina dorsal perforándole la piel hasta el centro del hombro derecho.
Los paramédicos liberaron a la mujer en el agua utilizando cizallas para cortar la raya en la base de la cola.
En el hospital St. Joseph en Tampa, un equipo de traumatología le extrajo cuidadosamente la espina y este fin de semana todavía seguía recibiendo tratamiento por envenenamiento.
O'Brien calcula que la púa estaba a más de diez centímetros de profundidad dentro de su espalda, sin llegar a tocarle el pulmón por apenas unos centímetros.
Dijo a los medios que, con la raya visiblemente agitada, sabía que no debía moverse, diciéndole a su marido que no sacara la púa.
"Estaba tratando de mantener la calma tanto como pude", dijo. "Pero yo estaba segura de que iba a morir porque, quiero decir, como todo el mundo tiene como esta imagen de (el cazador de cocodrilos de televisión) Steve Irwin cuando literalmente fue perforado y su pecho ".
O'Brien afirmó que espera permanecer el hospital durante al menos siete días en caso de cualquier infección bacteriana por el agua.
"Todavía está increíblemente adolorido allí. Es como chorros de dolor. Dicen que se debe a la toxina que contiene la púa de la raya", explicó.
Después de hablar con su equipo de atención médica, la mujer, madre de tres hijos, aseguró que la mayoría de los médicos nunca había tratado una herida punzante como esta.
Según la Comisión de Conservación de la Pesca y la Fauna de Florida, se trata de una especie no agresiva y poco peligrosa para el ser humano, salvo por las púas defensivas que lleva en la base de la cola y que utiliza cuando percibe una amenaza.
Las autoridades dicen que los bañistas deberían practicar el "barajar la raya" para reducir las posibilidades de pisar una.
Archivado en: