Dennis Domínguez, el padre del joven que fue asaltado con un machete en Holguín, denunció la mala atención que sufre su hijo en el hospital de Holguín, donde recibe tratamiento desde marzo, cuando fue atacado.
Dennis relató que le hicieron un análisis en la escara para hacerle un injerto. Primero dio positivo y no se pudo hacer nada, pero en una segunda prueba dio negativo, y le dijeron entonces que lo llevara para el injerto y además revisar la traqueotomía.
"Llegamos como a la 3:00 pm, entonces los médicos de urgencia me dijeron que tenía que esperar que se cure la escara para después ver la traqueotomía. Es un peloteo increíble, nunca pensé que los médicos de Cuba cambiaran tanto, no hay seriedad", lamentó.
Dennis subrayó que eso ya no le volverá a pasar más.
"Lo voy hacer ofreciendo dinero y estoy seguro que se va resolver el problema", recalcó en su muro de Facebook.
La semana pasada, el preocupado padre tuvo una gran alegría, cuando su hijo Lester logró por primera vez mover los tobillos y los dedos de los pies.
El adolescente debía ingresar el martes para resolver el problema de la escara y revisar la traqueotomía para cambiarle la cánula o cerrársela, colocada cinco meses atrás.
Dennis denunció entonces que su hijo debía tener más de 11 de hemoglobina para entrar al salón de operaciones, sin embargo, cuando fue al policlínico se encontró con que no estaban haciendo esos análisis.
Lester Domínguez tiene una escara desde hace meses, derivada de su poca movilidad. Ese es uno de los problemas que afronta en el proceso de recuperación de las heridas que le causó el hombre que lo macheteó para robarle su celular.
Su rehabilitación no ha estado exenta de las escaseces y deficiencias que atraviesa el sistema de salud en Cuba.
El pasado 23 de agosto, su padre pidió en Internet varios insumos médicos que están en falta, como guantes, pañales desechables y gasa de plata para evitar una infección en la escara.
A mediados de junio Lester recibió el alta médica, pero a las pocas horas fue llevado al hospital otra vez debido a las dificultades que enfrentaban con los apagones en San Germán, localidad donde residen, que dificultaban su correcto cuidado.
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