Un hombre de Florida que intentó cruzar el Océano Atlántico en una rueda de hámster artificial se enfrenta a cargos federales después de que la Guardia Costera de Estados Unidos tardara cinco días en llevarlo a tierra.
La Guardia Costera descubrió a Reza Baluchi, de 51 años, a unas 70 millas (112 kilómetros) de la costa de Tybee Island, Georgia, el 26 de agosto, mientras se preparaba para el huracán Franklin, según la denuncia presentada ante un tribunal federal.
Baluchi fue acusado este martes de obstrucción al abordaje y violación de una orden del capitán del puerto.
El hombre dijo a la tripulación de los guardacostas que intentaba llevar la embarcación "hidropodal" a Inglaterra y que tenía a bordo una matrícula de Florida, que no pudo localizarles.
Los agentes dijeron que la embarcación estaba "a flote gracias al cableado y las boyas" y determinaron que Baluchi estaba realizando "un viaje manifiestamente inseguro", según la denuncia.
Cuando intentaron que abandonara el barco, Baluchi les dijo que tenía un cuchillo y amenazó con autolesionarse, según escribió en la denuncia el agente especial de la Guardia Costera Michael A. Pérez.
Al día siguiente, amenazó con inmolarse y explotar cuando los guardacostas volvieron a hablar con él para que abandonara el barco, escribió Pérez.
Cuando los agentes vieron a Baluchi sujetando cables, se pusieron en contacto con la Unidad de Desactivación de Explosivos de la Marina de EE.UU. para que les ayudaran a determinar el radio de explosión de la bomba, escribió Pérez.
El 28 de agosto, los cúteres de la Guardia Costera Campbell y Valiant llegaron al lugar para ofrecer apoyo, y lanzaron una pequeña embarcación para entregar alimentos y agua y dar a Baluchi predicciones sobre el huracán.
Volvieron a ordenar a Baluchi que abandonara la embarcación; éste se negó y les dijo que la bomba no era real.
El 29 de agosto, los guardacostas lograron sacar a Baluchi del barco y el 1 de septiembre lo llevaron a la base de la Guardia Costera en Miami Beach.
Baluchi intentó un viaje en una embarcación casera similar en 2014, según la denuncia.
En 2015, la Guardia Costera le notificó una orden de capitán de puerto que se aplicaba a cualquier viaje posterior.
El navegante incumplió la orden y fue interceptado en una embarcación casera en 2016. Intentó otro viaje en 2021 y también entonces intervino la Guardia Costera.
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