Azuzado por una declaraciones de su otrora colega Nelson Díaz, el umpire retirado Javier Rodríguez negó públicamente la creencia de que había dejado de hacer su gesto característico a la hora de ponchar bateadores luego de ser intimidado por el legendario Orestes Kindelán.
El largo post de Rodríguez en su cuenta de Facebook fue a modo de respuesta a las declaraciones ofrecidas por Díaz al canal de Youtube Alto Average, donde le preguntaron por los llamativos movimientos de su colega al cantar el tercer strike, los cuales llegaron a ser sumamente populares entre la fanaticada nacional.
"Los peloteros tenían muchos problemas con él (…). En Pinar del Río, Orestes Kindelán se ponchó y le dijo ‘cuidaíto, cuidaíto’ (con hacer el gesto) y entonces muchos peloteros empezaron a caerle arriba con ese tema (…). Ya cuando él cambió su estilo fue un árbitro más”, contó Díaz, quien reside hace años en Estados Unidos.
En su réplica, Rodríguez confiesa que "me ha costado asimilar las palabras de quien siempre consideré un hombre honesto y admiré, respeté y le brindé mi amistad", y considera que el relato de aquel a Alto Average cuestiona su integridad moral.
"No sé de dónde Nelson ha sacado esa historia -escribe-, tal vez alguien se lo comentó, tal vez lo soñó (...). Nada más alejado de la realidad".
Más adelante, el ofendido umpire residente en España se dispuso a contar "el verdadero motivo por el cual yo dejé de hacer ese gesto", y dijo que el entonces técnico de la Comisión Nacional Miguel Valdés le sugirió erradicarlo para evitar que "perjudicara mi carrera".
Según Rodríguez, Valdés "me pidió que no le preguntara por qué él me decía algo así, pues eso había llegado tan lejos que yo no podía imaginarme hasta dónde eso había llegado y que él me estaba diciendo algo que no debía decir (...). Si ese hombre tuvo la amabilidad y corrió el riesgo de decirme algo como eso cuando no debía hacerlo, ¿cómo yo iba a traicionar esa acción de Miguelito diciendo lo que él me había contado? (...) No y mil veces no, mis principios y mi moral no me permitían hacer tal cosa, por ello cuando me preguntaban decía que ya me estaba cansando de que algunos compañeros me criticaran o que muchos bateadores se quejaban de eso".
Ya en las postrimerías del texto, el recordado árbitro aseguró que "nunca nadie me dijo que tenía que dejar de hacer eso, jamás nadie me intimidó y ni siquiera lo intentó (Nelson, yo no tuve tu curriculum en el arbitraje, pero tampoco NADIE me puso un dedo encima)", y cerró con una afirmación tajante: "No puedo terminar sin recordarle a Nelson Díaz que yo, Javier Rodríguez Espinosa, tengo los cojones muy bien puestos y los tendré hasta el último instante de mi vida. Un saludo y que Dios te bendiga".
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