La presa política Angélica Garrido, una de las más de cien presas políticas de la dictadura cubana, volvió este domingo a la cárcel luego de un pase de cinco días que le concedieron las autoridades.
“La entregué a sus verdugos, como quien arranca y lanza al suelo una flor, como quien rechaza un regalo. Me dio un beso y se alejó serena, sonriente. Parecía que se entregaba al mar, o que le ofrecía a la Patria en sacrificio toda su Dignidad”, dijo su esposo, Luis Rodríguez Pérez.
Angélica y su hermana, María Cristina Garrido, fueron recluidas en la prisión de mujeres del Guatao por manifestarse el 11 de julio de 2021 en Quivicán. Los tribunales del régimen las condenaron a 3 y 7 años de prisión respectivamente.
Tanto María Cristina (42 años) como su hermana Angélica (40) son madres de tres y dos niños, respectivamente. Por el momento se encuentran al cuidado de familiares.
Ambas fueron arrestadas al día siguiente de las históricas protestas del 11J. A causa del hostigamiento en prisión, a mediados de 2022 Angélica sufrió una parálisis facial. Un mes después fallecía el padre de las hermanas Garrido sin poder haber visto a sus hijas en libertad.
Luego de dos años y dos meses encarcelada, enferma y maltratada, la presa política recibió el martes pasado el primer permiso de las autoridades carcelarias para visitar a su familia. Este domingo, su esposo la acompañó hasta la prisión con el corazón destrozado.
“¿Nos vamos?, me dijo el chófer. No le respondí. Me quedé aferrado al alambre de la cerca”, describió la escena Rodríguez Pérez.
En su emotiva publicación, el esposo de Angélica ofreció un análisis de la situación de los presos políticos en Cuba, así como del sentir de la población ante las injusticias y el desgobierno que padecen.
“Cuando llegué al pueblo, los que no fueron a verla me preguntaron por ella, y todos, absolutamente todos, se despedían con la frase de consuelo: ¡Desgraciados, ya pagarán! Y, los asesinos, lo saben, conocen el sentir del pueblo y el temor del pueblo”, dijo el afligido esposo.
Según Rodríguez Pérez, el pase de su esposa sirvió de “globo sonda” al régimen, para estudiar el impacto que puede tener la liberación o excarcelación de los más de mil presos políticos que cumplen injustas condenas en las cárceles cubanas.
“Por eso, porque están conscientes del sentir del pueblo, dieron apertura a la temporada de caza ¡Van los esbirros por los centros de trabajo, citando a todos lo que dieron ‘like’ a mi publicación anterior, a los que dijeron ‘me gusta’ a la risa iluminada de Angélica! ¡Y no sólo los citan, sino que ordenan a los administradores a que los expulsen de sus trabajos!”, reveló.
El pase concedido a la activista sirvió de termómetro a la Seguridad del Estado, que no dudó en reprimir a todos los que expresaron públicamente su simpatía y admiración por la valiente manifestante cubana. Rodríguez Pérez denunció, además, nuevas amenazas sobre su esposa, hechas a través de reclusas instigadas por los represores.
“Esta pequeña libertad era, entre otras cosas, una especie de termómetro que les serviría para valorar la multiplicación de esa experiencia en otros presos, y hasta de su libertad condicional”, consideró el esposo, agradeciendo el interés de los medios independientes, muchos de los cuales intentaron ponerse en contacto con ellos.
“Angélica Garrido les manda un abrazo a todos; les agradece tantas muestras de apoyo y tanta solidaridad. Ella es sencilla; se asombró mucho de su popularidad. De hecho, me preguntó en más de cuatro ocasiones ‘¿Qué he hecho para ganar tanta simpatía?’”, relató su esposo.
En marzo, Angélica y su hermana denunciaron que las autoridades de la prisión Mujeres de Occidente en La Habana les habían amenazado con suspenderles las visitas familiares, luego de que estas, junto a otras mujeres encarceladas, firmaran una carta con sangre exigiendo al régimen cubano la liberación de los presos políticos.
“Angélica, se aleja. Camina despacio. El maletín que carga es enorme y resulta muy pesado para sus hombros. Da unos pasos, se detiene. Vuelve avanzar. ‘¿Angélica, que llevas ahí? ¿Piedras?’, bromea con ella una reclusa que barría la calle”, describió Rodríguez Pérez.
“¡Dignidad!, le grité. ¡Angélica Garrido carga con toda la Dignidad de un pueblo!”, respondió su esposo desde la alambrada. “La guardia que custodiaba la puerta se espantó con mi grito, y buscó refugio en su garita. Y desde una mata de mango, un bando de palomas se lanzó al vuelo rumbo a la Libertad”.
Más de 100 mujeres permanecen encarceladas en Cuba por motivos políticos, según denunció la organización no gubernamental promotora de los derechos humanos Cubalex con motivo del pasado 8 de marzo.
Esa entidad elaboró un listado con los nombres de las prisioneras políticas y denunció que al menos 114 mujeres cubanas están separadas de sus familias por disentir.
Del total de mujeres presas de conciencia en Cuba, 58 cumplen condena por manifestarse pacíficamente durante el estallido social del 11 de julio de 2021.
Cubalex advirtió en su informe que se trata de un subregistro, ya que "es imposible conocer con exactitud el número total, cuando el gobierno cubano no permite acceso a información sobre las personas privadas de libertad".
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