La decisión de la Junta Superior de Apelaciones de Inmigración de Estados Unidos de desestimar el formulario I-220A como documento válido para acceder a una residencia migratoria legal en el país, provocó una reflexión del boxeador profesional cubano Yordenis Ugás, quien consideró que el revés se debe a que “no nos comportamos como exilio”.
“Si no digo esto, exploto”, dijo el boxeador y activista en una directa de sus redes sociales en la que mostró su enfado y decepción con la decisión de los tribunales estadounidenses, pero a través de la cual insistió en su mensaje de unión de la comunidad cubana en torno a sus derechos.
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“Estoy muy triste por la decisión de la Corte sobre la decisión de los cubanos que entraron con la I-220A no calificaran para residentes. Pero tenemos mucha culpa en esto, porque como comunidad hemos perdido el respeto”, dijo el atleta en una publicación en la que puso el ejemplo de lo sucedido con un tenista alemán durante el US Open.
El tenista alemán Alexander Zverev protestó durante un partido por los gritos de un aficionado y compatriota que, desde las gradas, gritó "Deutschland über alles" (Alemania por encima de todo).
Inmediatamente después, el tenista alemán se dirigió a la posición del juez de silla para comentar la situación y expresar su más sentido rechazo: "El seguidor acaba de decir las palabras más famosas de Hitler. Esto es inaceptable, es surrealista", añadió.
“Si el tenista fuera cubano, salen rápido: ‘¡ay la libertad, la libertad!’. Basura la libertad que se utiliza para chantajearnos y desafiar nuestra comunidad. Los resultados son estos 400-500 mil cubanos que van a estar sin papeles, con el peligro de vivir con la deportación y si cometes un error, un pequeño error nunca vas a tener papeles en este país”, dijo Ugás.
La anécdota de Zverev llamó la atención del boxeador cubano, entre otras cosas por la colisión del derecho a la libre expresión, con el de denunciar todo tipo de expresiones discriminatorias y vejatorias, como la gritada por el aficionado al tenis y al nazismo.
“¿Por qué los cubanos no podemos comportarnos así? La frase de Hitler es de hace 80 años, sin embargo, nosotros tenemos hace 64 años un régimen que fusiló en el 59, encarcelaron, mandaron miles de nuestros jóvenes a morir a Angola, otros miles al exilio, otros miles permanecen encarcelados por protestar, otros han muerto en la travesía por el mar, o por la selva… y ahora nos niegan a cientos de miles el derecho a residir en este país”, expresó.
En su opinión, esto sucede “porque no nos comportamos como exilio, porque no condenamos; muchos lo hacemos, pero tiene que ser algo masivo”.
“Y mira los resultados: 300 o 400 mil hermanos nuestros sin papeles aquí, porque simplemente no califican para la Ley de Ajuste Cubano… Como dije antes, hay muchos cubanos que lo que tienen en las venas es agua con azúcar”, concluyó.
En los últimos meses, una cantidad creciente de cubanos que fueron liberados con el formulario I-220A, también conocido como “Orden de libertad bajo palabra”, han insistido en que se les reconozca su entrada a Estados Unidos, cuyas autoridades otorgan la I-220A a ciertas personas que han estado detenidas y después liberadas por oficiales de inmigración.
El fallo de este lunes es un espaldarazo al criterio del Gobierno de EE. UU. y una derrota para los miles de inmigrantes cubanos que han entrado través de la frontera sur desde finales de 2021 e intentan regularizar su estatus bajo la Ley de Ajuste Cubano.
Los cubanos deberán continuar con sus casos de asilo a través de las cortes estadounidenses. Aún así, la batalla legal por el reconocimiento de la I220-A podría todavía continuar en el Tribunal de Apelaciones del Onceno Circuito (Alabama, Florida y Georgia) y, finalmente, en la Corte Suprema de Estados Unidos, según explicaron fuentes consultadas por el periodista Mario J. Pentón.
Quienes llevan más de un año y un día en Estados Unidos no pueden aplicar a su residencia a través de la Ley de Ajuste Cubano porque dicha ley establece el parole como un requisito, no la I-220A.
En abril pasado, un grupo de cubanos se reunió frente al famoso restaurante Versailles, en Miami, para exigir el cese de las deportaciones hacia Cuba y pedir la regularización para quienes obtuvieron un documento I-220A al entrar a Estados Unidos.
A gritos de “¡No deportación!”, “¡Libertad para los presos políticos!” y “Abajo la dictadura”, los cubanos se manifestaron pacíficamente en contra de la reanudación de las deportaciones por parte de la administración del demócrata Joe Biden.
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